24 febrero, 2006

Libro: Body of Secrets sobre Operación Northwoods (1)

Es bueno compartir información que puede ser relevante al momento de evaluar si un hecho es real o inventado. La Operación Northwoods que ya se ha comentado en el libro de Meyssan, es un tema de estos, relevante e indicador. Aquí les dejo una traducción del libro Body of Secrets de James Bramford que trata sobre la mentada operación ideada por los Jefes de Estado Mayor Conjuntos de Estados Unidos en 1962, no fue juego ni invención, fue casi realidad.


Body of Secrets
Anatomía de la utra-secreta National Security Agency (NSA)

James Bramford, Doubleday, mayo 2001
Ver en .pdf (zip)


Pgs. 82-91

Según documentos secretos ocultos por largo tiempo obtenidos para Body of Secrets, los Jefes de Estado Mayor Conjuntos [JCS] prepararon y aprobaron los planes para lo que puede ser una de las maquinaciones más corruptas alguna vez creadas por el gobierno estadounidense. En nombre del anticomunismo, propusieron iniciar una secreta y sangrienta guerra terrorista contra su propio país a fin de persuadir al público norteamericano en apoyar la malintencionada guerra que pretendían lanzar contra Cuba.

De nombre clave Operación Northwoods, el plan, que tenía la aprobación escrita del Director y cada miembro de los Jefes de Estado Mayor Conjuntos, llamaba a que gente inocente fuera tiroteada en calles de Estados Unidos; que barcos llevando a refugiados huyendo de Cuba fueran hundidos en alta mar; que una ola de violencia terrorista fuera iniciada en Washington D.C., Miami, y en otras partes. Gente sería falsamente acusada de ataques con bombas que no cometieron; aviones serían secuestrados. Usando pruebas falsas, todo sería achacado a Castro, dando así a Lemnitzer y sus conspiradores la excusa, así como el apoyo público e internacional que necesitaban para lanzar su guerra.

La idea realmente puede haber provenido de la administración del presidente Eisenhower hacia el final de su administración. Con la Guerra Fría más caliente que nunca y el reciente escándalo del U-2 fresco en la memoria del público, el viejo general quería irse con un triunfo. Quiso desesperadamente invadir Cuba en las semanas anteriores a la llegada de Kennedy; de hecho, el 3 de enero le dijo a Lemnitzer y otros ayudantes en su Cuarto de Gabinete que atacaría a Castro antes de la asunción del mando sólo si los cubanos le daban una excusa realmente buena. Entonces, con el tiempo acabándose, Eisenhower puso a flote una idea. Si Castro fallara en proporcionar aquella excusa, quizás, él dijo, los Estados Unidos "podrían pensar en fabricar algo que fuera aceptable para la mayoría." Lo que él sugería era un pretexto –un bombardeo, un ataque, un acto de sabotaje- llevado a cabo en secreto contra los Estados Unidos por los Estados Unidos. Su objetivo sería justificar el lanzamiento de una guerra. Esto era una peligrosa sugerencia de parte de un desesperado presidente.

Aunque tal guerra no ocurrió, la idea no fue desechada por el General Lemnitzer. Pero él y sus colegas estaban frustrados por el fracaso de Kennedy en autorizar su plan, y enojados con Castro por no proporcionarles una excusa para invadir.

El último eslabón pudo haber llegado durante una reunión en la Casa Blanca el 26 de febrero de 1962. Preocupado por que varios proyectos de acción encubiertos del General Lansdale bajo la Operación Mongoose se volvían más escandalosos e inconducentes, Robert Kennedy le dijo que cesara todos los esfuerzos anti-Castro. En vez de esto, a Lansdale le ordenaron concentrarse durante los próximos tres meses estrictamente en la obtención de inteligencia sobre Cuba. Esto fue un humillante fracaso para Lansdale, un hombre más acostumbrado a los elogios que a las reprimendas.

Cuando los hermanos Kennedy parecieron repentinamente "suavizarse" con Castro, Lemnitzer vio su oportunidad de invadir Cuba rápidamente escabullirse. Las tentativas de provocar al público cubano para iniciar una revuelta parecieron morir y Castro, lamentablemente, pareció no tener ninguna intención de lanzar algún ataque contra norteamericanos o su propiedad. Lemnitzer y los otros Jefes sabían que les quedaba sólo una opción para asegurar su guerra. Tendrían que engañar a la opinión pública Norteamericana y mundial para que odiasen a Cuba tanto que no sólo no aprobarían, sino que insistirían en que él y sus generales lanzaran su guerra contra Castro. "La opinión mundial, y el foro de Naciones Unidas," leía un documento secreto del JCS [Jefes de Estado Mayor Conjuntos], "deberían ser favorablemente afectados desarrollando una imagen internacional del gobierno cubano como imprudente e irresponsable, y como una amenaza alarmante e imprevisible para la paz del Hemisferio Occidental." La Operación Northwoods llamaba por una guerra en la cual muchos patriotas americanos e inocentes cubanos morirían insensatamente - todos para satisfacer los torcidos egos de generales en Washington, seguros en sus casas y limusinas financiadas por los contribuyentes.

Una idea considerada seriamente implicaba el lanzamiento de John Glenn, el primer norteamericano en orbitar la tierra. El 20 de febrero de 1962 Glenn debía despegar de Cabo Cañaveral, Florida, en su histórico viaje. El vuelo debía llevar el emblema de las virtudes americanas de verdad, libertad, y democracia a altas orbitas sobre el planeta. Pero Lemnitzer y sus Jefes tenían una idea diferente. Ellos propusieron a Lansdale que, en el caso que el cohete explotase y matase a Glenn, “el objetivo sería proporcionar la prueba irrevocable ... la culpa será de los Comunistas y Cuba.” Esto se conseguiría, prosiguió Lemnitzer, "fabricando varias pruebas que demostrarían la interferencia electrónica de parte de los cubanos." Así, mientras la NASA se disponía a enviar el primer norteamericano al espacio, los Jefes de Estado Mayor Conjuntos se disponían a usar la posible muerte de John Glenn como un pretexto para lanzar una guerra. Glenn despegó hacia la historia sin contratiempos, dejando a Lemnitzer y los Jefes con la tarea de comenzar a idear nuevos complots que ellos sugirieron fueran realizados "dentro del marco de tiempo de unos pocos meses." Entre las acciones recomendadas estaban "una serie de incidentes bien coordinados que ocurrirían en y alrededor" de la base Naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Esto incluía vestir a cubanos "amistosos" en uniformes militares cubanos y hacer que iniciaran "disturbios cerca de la puerta principal de la base.” Otros pretenderían ser saboteadores dentro de la base. Harían estallar municiones, iniciarían incendios, sabotearían aviones, dispararían morteros a la base dañando las instalaciones.”

Las operaciones sugeridas se pusieron cada vez más escandalosas. Otro llamó a una acción similar al infame incidente de febrero de 1898 cuando una explosión a bordo del acorazado Maine en el puerto de La Habana mató a 266 marineros estadounidenses. Aunque la causa exacta de la explosión permanece indeterminada, esto provocó la Guerra española-norteamericana con Cuba. Incitados por la mortal explosión, más de un millón de hombres se enlistaron voluntariamente. A Lemnitzer y sus generales se les ocurrió un plan similar. "Podríamos hacer explotar un barco estadounidense en la Bahía Guantánamo y culpar a Cuba," propusieron; "las listas de víctimas en los periódicos causarían una provechosa ola de indignación nacional."

No parecía haber ningún límite a su fanatismo: "Podríamos desarrollar una campaña de terror cubano-comunista en el área de Miami, en otras ciudades de Florida y hasta en Washington," escribieron. "La campaña de terror podría ser dirigida hacia refugiados cubanos que buscan asilo en los Estados Unidos...

Podríamos hundir una barcaza llena de cubanos en camino a Florida (verdaderos o simulados)... Podríamos propiciar atentados a las vidas de refugiados cubanos en los Estados Unidos y realizarlos en el momento justo para que sean lo más ampliamente difundidos.

"Se propusieron atentados con bombas, falsas detenciones, secuestros:

  • "El hacer explotar unas cuantas bombas de explosivo plástico en puntos cuidadosamente escogidos, la detención de agentes cubanos y la liberación de documentos falsificados que justifiquen la participación cubana también sería provechoso para proyectar la idea de un gobierno irresponsable."
  • "Se puede tomar ventaja de la sensibilidad de la Fuerza Aérea Dominicana a intrusiones dentro de su espacio aéreo. Aviones de tipo C-46 o B-26 'cubanos' podrían realizar incursiones de quema de campos de caña por la noche. Pudiéndose encontrar bombas incendiarias del bloque soviético. Esto podría estar conectado con mensajes 'cubanos' al movimiento clandestino comunista en la República Dominicana y embarques 'cubanos' de armas que serían encontradas, o interceptadas en la playa. El uso de aviones tipo MIG pilotados por estadounidenses podría proporcionar provocación adicional."
  • "Los intentos de secuestro contra naves civiles aéreas y de superficie podrían aparentar ser medidas de hostigamiento propiciadas por el Gobierno de Cuba."

Entre los esquemas más elaborados estaba el "crear un incidente que demostrase de forma convincente que un avión cubano ha atacado y derribado un avión charter de pasajeros en ruta desde los Estados Unidos a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela. El lugar de destino sería elegido sólo para hacer que el plan de vuelo cruzara Cuba. Los pasajeros podrían ser un grupo de estudiantes universitarios de vacaciones o cualquier agrupación de personas con un interés común para necesitar fletar un vuelo no regular."

Lemnitzer y los Jefes Conjuntos idearon un complejo engaño: un avión en la Base Aérea Elgin sería pintado y numerado como un duplicado exacto de un avión con registro civil perteneciente a una organización perteneciente a la CIA en el área de Miami. Al tiempo designado el duplicado sería substituido por el avión civil real y sería abordado por los pasajeros seleccionados, todos registrados bajo alias cuidadosamente elegidos. El avión con registro civil real sería convertido en un drone [avión no tripulado remotamente controlado]. Los tiempos de despegue del drone y el avión real serían programados para permitir que se encontrasen al sur de Florida.

Desde punto de reunión el avión con pasajeros descendería a la altitud mínima e iría directamente en un campo de aterrizaje auxiliar en la Base Aérea Elgin donde se habrían hecho arreglos para evacuar a los pasajeros y devolver el avión a su estado original. El avión drone mientras tanto continuaría volando según el plan de vuelo original. Cuando estuviese sobre Cuba el drone transmitiría en la frecuencia de emergencia internacional un mensaje "May Day" que lo declarase estar bajo ataque de un avión MIG cubano. La transmisión sería interrumpida por la destrucción del avión, que sería provocada por señales de radio. Este "permitiría a las estaciones de radio de ICAO [Organización de Aviación Civil Internacional] en el Hemisferio Occidental decir a los Estados Unidos lo que le había pasado al avión, en vez que los Estados Unidos tuviesen que intentar "vender" el incidente.”

Finalmente, había un plan para "hacer parecer que MIGs cubanos comunistas habían destruido un avión de Fuerza Aérea de los EE.UU. sobre aguas internacionales en un ataque no provocado." Esto era una operación en particular creíble dada la década de derribos que acababa de pasar.

En la oración final de su carta al Secretario McNamara que recomienda las operaciones, Lemnitzer hizo un intento de obtener aun más poder, pidiendo que los Jefes Conjuntos fueran hechos responsable de realizar la Operación Northwoods y la invasión. "Es recomendado," escribió él, "que esta responsabilidad tanto de operaciones militares abiertas como de encubiertas sean adjudicado a los Jefes de Estado Mayor Conjuntos."

A las 2:30 de la tarde del martes 13 de marzo de 1962, Lemnitzer revisó detalles de última hora de la Operación Northwoods con su jefe de acciones encubiertas, el General de Brigada William H. Craig, y firmó el documento. Fue entonces a una “reunión especial" en la oficina de McNamara. Una hora más tarde se reunió con el representante militar de Kennedy, el General Maxwell Taylor. Lo que pasó durante aquellas reuniones es desconocido. Pero tres días más tarde, el presidente Kennedy dijo a Lemnitzer que no había prácticamente ninguna posibilidad que los Estados Unidos usaran alguna vez la fuerza militar abierta en Cuba.

Sin inmutarse, Lemnitzer y los Jefes persistieron, prácticamente al punto de exigir que se les diese la autoridad para invadir y tomar control de Cuba. Aproximadamente un mes después de hacer llegar la Operación Northwoods, se encontraron en "el tanque", como era llamada la sala de conferencias del JCS, y convinieron la redacción de un duro memorándum a McNamara. "Los Jefes de Estado Mayor Conjuntos creen que el problema cubano debe ser solucionado en el futuro próximo," escribieron. "En el futuro, no ven ninguna perspectiva de éxito temprano en el derrocamiento del régimen comunista presente a consecuencia de levantamiento interno o presiones políticas, económicas o psicológicas externas. En consecuencia ellos creen que se requerirá que la intervención militar por los Estados Unidos derroque el régimen comunista actual." Lemnitzer estaba prácticamente cegado en su odio al comunismo en general y a Castro en particular. "Los Jefes de Estado Mayor Conjuntos creen que los Estados Unidos pueden emprender la intervención militar en Cuba sin el riesgo de la guerra general," siguió. "Ellos también creen que la intervención puede ser llevada a cabo muy rápidamente para minimizar oportunidades comunistas de solicitar la acción de Naciones Unidas.” Sin embargo, lo que Lemnitzer sugería no liberaría a la población cubana, que en gran parte apoyaba a Castro, sino que la encarcelaría en un estado policiaco norteamericano controlado por los militares. "Las Fuerzas asegurarían el esencial rápido control militar de Cuba," escribió. "Una continua acción policial sería requerida."

En conclusión, Lemnitzer no ahorró palabras: "Los Jefes de Estado Mayor Conjuntos recomiendan que una política nacional de intervención militar temprana en Cuba sea adoptada por los Estados Unidos. Ellos también recomiendan que tal intervención sea emprendida cuanto antes y preferentemente antes de la disminución de fuerzas de la Guardia Nacional y la Reserva actualmente en servicio activo."

...

[Traducido por Mr. Shang]


En la próxima entrega del libro Body of Secrets continuaremos revisando los incidentes planeados para la Operación Northwoods.

22 febrero, 2006

Borrar la Historia para Controlar el Futuro

Lectores todos, el estado orwelliano planetario se nos viene (es una impresión ya comentada, pero no encontré mejor signo que este artículo). Con paso firme el conocimiento de lo esencial está en declinación, las ventanas de la mente dejan poco a poco entrar solo la luz mortecina del atardecer y las puertas que conducen a la libertad se bloquean. Les ofrezco una simple lectura con una simple cita de Mr. Orwell.

Estados Unidos Reclasifica Gran Cantidad de Documentos en Revisión Secreta

Por SCOTT SHANE. 21 de Febrero, 2006

WASHINGTON, 20 de febrero - En un programa secreto de siete años en los Archivos Nacionales, las agencias de inteligencia han estado quitando del acceso público miles de documentos históricos que estaban disponibles durante años, incluso unos ya publicados por el Departamento de Estado y otros hace años fotocopiados por historiadores privados.

La restauración del estado de clasificados a más de 55,000 páginas previamente desclasificadas comenzó en 1999, cuando la Agencia Central de Inteligencia y otras cinco agencias objetaron a lo que ellos vieron como una liberación precipitada de información sensible después de una orden de desclasificación de 1995 firmada por el Presidente Bill Clinton. Esto se aceleró después de que la administración Bush tomó posesión del cargo y sobre todo después de los ataques terroristas de 2001, según registros de los Archivos.

Pero debido a que el programa de reclasificación está envuelto en secreto - regido por un todavía clasificado memorándum que prohíbe a los Archivos Nacionales incluso decir qué agencias están implicadas - esto continuó prácticamente sin que se conociera en el exterior hasta diciembre. Entonces fue cuando un historiador de inteligencia, Matthew M. Aid, notó que docenas de documentos que él había copiado hace años habían sido retirados de los anaqueles públicos de los Archivos.

El Sr. Aid quedó impactado por lo que le pareció los contenidos inofensivos de los documentos - mayormente viejos informes de décadas de antigüedad del Departamento de Estado sobre la guerra de Corea y los comienzos de la guerra fría. Descubrió que ocho documentos reclasificados habían sido anteriormente publicados en la serie histórica del Departamento de Estado, "Relaciones Exteriores de los Estados Unidos."

"Las materias que se llevaron nunca deberían haber sido removidas", dijo. "Algo de ello es mundano, y algo de ello es completamente ridículo".

Después de que Sr. Aid y otros historiadores se quejaran, la Oficina de Vigilancia de Seguridad de Información de los archivos, que supervisa la clasificación del gobierno, comenzó una auditoría del programa de reclasificación, dijo J. William Leonard, director de la oficina.

El Sr. Leonard dijo que pidió la auditoría después de examinar 16 documentos retirados y concluyendo que ninguno debería ser secreto.

"Si aquellos archivos de muestra fueron quitados porque alguien pensó que eran clasificados, estaría impresionado y decepcionado," dijo el Sr. Leonard en una entrevista. "Esto simplemente sobresalta los sentidos".

Si el Sr. Leonard descubre que los documentos están siendo incorrectamente reclasificados, su oficina no podía liberarlos unilateralmente. Pero como consejero principal a la Casa Blanca en clasificación podría impulsar una retractación o una revisión del programa de reclasificación.

Un grupo de historiadores, incluidos representantes de la Coalición Nacional para la Historia y la Sociedad de Historiadores de Relaciones Exteriores de EEUU, le escribió al Sr. Leonard el viernes para expresar su preocupación por el programa de reclasificación, que ellos creen ha bloqueado el acceso a algún material en las bibliotecas presidenciales así como en los archivos.

Entre los 50 documentos retirados que Sr. Aid encontró en sus propios archivos está un memorándum de 1948 sobre un esquema de la C.I.A. para poner a flote globos sobre países detrás de la Cortina de Hierro y arrojar panfletos de propaganda. Fue reclasificado en 2001 aunque había sido publicado por el Departamento de Estado en 1996.

Otro historiador, William Burr, encontró una docena de documentos que él había copiado hace años cuya reclasificación él considera "torpe", incluso un telegrama de 1962 de George F. Kennan, entonces embajador a Yugoslavia, conteniendo una traducción al inglés de un artículo de periódico de Belgrado sobre el programa de armamentos nucleares de China.

Conforme a pautas existentes, se supone que los documentos del gobierno son desclasificados después de 25 años a menos que haya una razón particular para mantenerlos secretos. Mientras algunas decisiones hechas por los revisores de seguridad en los archivos son incomprensibles, otras parecen dirigidos por un viejo reflejo burocrático: encubrir hechos vergonzosos, aun si ellos ocurrieron hace medio siglo.

Un documento reclasificado en los archivos del Sr. Aid, por ejemplo, entrega la evaluación de la C.I.A el 12 de octubre de 1950, sobre que la intervención china en la guerra de Corea “no era probable en 1950”. Sólo dos semanas más tarde, el 27 de octubre, aproximadamente 300,000 tropas chinas cruzaron hacia Corea.

El Sr. Aid dijo que cree que debido al programa de reclasificación, algunos contenidos de sus 22 gabinetes de archivo podrían colocarle técnicamente en violación del Acta de Espionaje, una circunstancia que podría ser compartida por millares de otros historiadores. Pero ningún esfuerzo ha sido hecho para recuperar copias de documentos reclasificados, y ni siquiera está claro como todos ellos podrían ser localizados.

Traducción de Mr. Shang

“Y si todos los otros aceptaran la mentira que el Partido impuso - si todos los archivos contaran la misma historia - entonces la mentira pasaría a ser historia y se convertiría en la verdad. 'Quién controla el pasado,' decía el lema de Partido, 'controla el futuro: quién controla el presente controla el pasado.”
George Orwell, 1984, capítulo 3

21 febrero, 2006

Algo Está Muy Mal con los Derechos de las Personas

Durante mucho tiempo las noticias han estado trayendo historias poco auspiciosas para los amantes de los derechos humanos en el mundo, es algo que me mantiene preocupado pues esto no es algo que me sea ajeno, pues vivo en un país donde se quebrantaron los derechos fundamentales de las personas durante muchos años. Estas noticias parecen dar un perfil de poca seriedad a los abanderados de los derechos Humanos y del Derecho Internacional, incluso detecto maldad en la omisión tanto como en las acciones de quienes se suponen a si mismos como portadortes de la llama de la libertad y los derechos humanos, tanto estados Unidos como la Unión Europea. Dos botones de muestra...

Mil Torturados a Muerte En Iraq cada Mes
El Doctor John Pace deja caer un bomba en forma silenciosa en oscuro diario de Malta.

Paul Joseph Watson/Prison Planet.com | 21 de febrero de 2006

Como una forma de demostrar que Abu Ghraib y Gitmo son solo la punta del iceberg, el saliente director de derechos humanos de Naciones Unidas dejó caer una bomba cuando dijo en un oscuro periódico maltés que no menos de mil detenidos están siendo torturados a muerte en Iraq cada mes.

El Doctor John Pace dijo al oscuro periódico Tiempos de Malta,

"La morgue de Bagdad recibió 1,100 cuerpos solo en julio, de los que aproximadamente 900 tenían muestras de tortura o ejecución sumaria. Esto continuó a lo largo del año y en diciembre pasado se recibieron 780 cuerpos, incluyendo 400 con heridas de bala o heridas como aquellas causadas por taladros eléctricos."

Pace se hizo eco de estimaciones anteriores que decían que entre el 80 y 90 por ciento de aquellos arrestados y llevados a campamentos de prisioneros eran completamente inocentes. Como hemos destacado antes, los iraquíes son detenidos por delitos nimios como no mostrar a sus papeles en puntos de control, vender alcohol y gritar consignas anti-coalición.

Un video sobre personal del ejército estadounidense confiscando un taxi y destruyéndolo con un tanque Abrams fue transmitido hace dos años en PBS. ¿El delito? Robo de leña.

Continuas incursiones de bombardeo que indiscriminadamente apuntan a grandes grupos que parecen ser disidentes también han sido puestos en circulación en Internet.

Los comentarios de Pace subrayan el hecho que Abu Ghraib es sólo uno de muchos campos de tortura que han sido usados en todo el país desde "la liberación" de Iraq y el llamado final del brutal régimen de Saddam Hussein que usaba cuartos de violación y campos de tortura - y esto es una estimación moderada en comparación a los verdaderos horrores que ocurren bajo el radar de los medios.

Más de la mitad de iraquíes dice ahora que la vida era mejor con Saddam y el 47 % apoya los ataques insurgentes contra las fuerzas estadounidenses.


"Que el canibal se coma al misionero es algo que tiene lógica, pero que el misionero se coma al canibal no tiene justificación"


Un historiador, en la picota por negar el Holocausto
21/02/06 • 04:56 GMT • Javier Monjas - Madrid

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La inflamable situación mundial entre comunidades musulmana y no musulmana coincide con otro acontecimiento de alta relevancia, bien y significativamente aireado por la Agencia Coránica de Noticias Iraní por coincidir con la línea oficial de Teherán de denunciar ‘dobles estándares’ entre la actitud de occidente frente a musulmanes y judíos a raíz del caso de las ‘viñetas blasfemas’.

Se trata del juicio seguido en Viena ayer lunes contra el historiador británico, David Irving, que -esposado, tras salir de la prisión donde llevaba recluido desde noviembre- se declaró culpable de haber negado anteriormente la existencia de las cámaras de gas en el campo de concentración de Auschwitz.

De poco le sirvió la autoinculpación a Irving, que fue condenado a tres años de prisión, incluso después de haber admitido que se equivocó y haber manifestado su tristeza “por toda la gente inocente que murió durante la Segunda Guerra Mundial”.

Irving había venido recordando que realizó esas manifestaciones hacía diecisiete años. Ante el tribunal vienés dijo: “No soy un denegador del Holocausto. Mis puntos de vista han cambiado. La historia es un árbol que crece constantemente. Cuanto más sabes, cuantos más documentos hay disponibles, más aprendes, y yo he aprendido un montón desde 1989”.


Austria: vistazo a ley que prohibe negar genocidio nazi
The Associated Press Posted on Mon, Feb. 20, 2006

VIENA - La ley austríaca que considera un crimen negar la matanza de seis millones de judíos por parte del régimen nazi de Adolfo Hitler fue promulgada en 1992. Es una enmienda a una ley de 1947, la "NS-Verbotsgesetz", que prohibió todas las actividades nazis.

El historiador británico David Irving fue acusado según la cláusula 3H de la ley, que amenaza con una pena de cárcel hasta por 10 años a quien "niega, minimiza de manera grosera, aprueba o trata de disculpar el genocidio Nacional Socialista u otros crímenes del Nacional Socialismo contra la humanidad en una publicación impresa, en transmisiones, o en otros medios periodísticos".

La ley también prohibe la formación de cualquier partido neonazi, y condena a entre 10 y 20 años a aquellos declarados culpables de fundar u organizar tal grupo. El ministerio de Justicia de Austria dijo que entre 1999 y el 2004, hubo 158 condenas bajo la ley, citando las cifras más recientes. La mayoría de esas condenas surgieron de violaciones a la cláusula 3H.


Es mi ilusa impresión quizás, pero a comunidad musulmana no les va tan bien como a la comunidad judía, al menos en ciertas partes de Europa... bueno tampoco en Iraq.

20 febrero, 2006

Osama en la banca, George al arco, arbitra Dick

Estimados lectores, quiero compartir con ustedes algo de información sobre los inicios de toda esta paranoia de la Guerra Global al Terrorismo. Aparte del artículo citado abajo quiero dejarle unos links de videos interesantes que vale la pena descargar (en inglés todos) que dan cuenta de los inicios y los iniciadores de la GGT y hasta cierto punto del mundo como lo conocemos hoy, excelentes producciones del realizador Adam Curtis de la BBC.

- The Power of Nightmares 184 Mb x 3 (.mp4)
- Century of the Self 163 Mb x 4 (.mp4) parte 2, parte 3, parte 4


Aquí les dejo un trozo del artículo que habla de uno de los "jugadores suplentes" de este juego.

¿Quién Es Osama? ¿De Dónde Vino? ¿Cómo Escapó?
Por WERTHER | 20 de febrero de 2006 | el artículo completo en inglés aquí.

Los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 evocan memorias dolorosas, teñidas de una fuerte nostalgia sobre el estilo de vida de antes de estos hechos. La inmediata tragedia causó la suficiente desorientación para deformar las facultades críticas en la dirección de respuestas retrospectivamente previsibles: adaptación burocrática, oportunismo, aprovechamiento, un sentimiento de cursilería, y una bravata irracional.

Mientras el 9/11, y el informe de la comisión encargada de investigarlo se desvanecen en la historia como la Comisión Warren que le precedió [sobre el asesinato de John F. Kennedy], las preguntas, espacios vacíos, y las anomalías presentadas por el informe han creado una completa industria de aficionados especuladores – tal cual lo permitieron las omisiones y distorsiones del Reporte Warren hace cuatro décadas. ¿Cómo podría ser de otra manera?

No obstante ser recibido como definitivo por una entusiasta prensa oficialista, el Informe de 9/11 ha sido sobrepasado por la realidad, no sólo debido a su contenido poco satisfactorio - como todos los informes del gobierno "independientes", esto es fundamentalmente una apología y un encubrimiento disfrazado de revelación - pero debido a que ahora sabemos más: más sobre la incompetente invasión de Iraq, más sobre la ocupación de Afganistán y la supuesta caza de Osama bin Laden, más sobre la estampida post 9/11 para abolir elementos de la Carta de Derechos [Bill of Rights], más sobre la prisa para crear el Department of Homeland Security, una agencia para "prevenir otro 9/11", que retrospectivamente, se trata claramente de camaradería, contratos, y muñequeos en el Congreso.

Muchos de los analistas aficionados del misterio de 9/11 han basado sus investigaciones en estudios microscópicos de los vídeos liberados al público, o especulaciones sobre la física de los aviones que chocan o los edificios que colapsan. Pero mirar fijamente y demasiado cerca en los pequeños rastros de un viejo acontecimiento puede desviarnos de descubrir la respuesta que buscamos, como el Profesor Heisenberg una vez postuló. Más de 40 años después, la Bala Mágica [la que mató a J.F. Kennedy] sigue siendo la Bala Mágica: improbable, sí, pero no fuera del reino de lo posible.

Pero sorprendentemente hay muy poca discusión sobre los factores políticos de alto orden que rodean a 9/11, factores que no requieren del conocimiento del punto de fusión del acero de una viga o las incognoscibles capacidades de pilotaje de los supuestos autores. Permítanos proceder entonces, en un espíritu de análisis científico riguroso, de hacer las preguntas que la Comisión de 9/11 no estuvo preparada para hacer.


1. ¿Quién es Osama bin Laden, y de dónde vino?
En este punto, el informe se retrotrae. Mientras reconoce que tuvo algo que ver con la resistencia de la ocupación soviética de Afganistán, el informe sugiere, sin explícitamente declararlo, que los conexiones entre Osama y los Estados Unidos eran prácticamente inexistentes. Este no analizará lo siguiente: Hasta el inicio de la actual Guerra Global contra el Terrorismo, la operación de la Agencia Central de Información [CIA] contra el Ejército Rojo en Afganistán había sido la operación encubierta más grande y más cara en la historia de la agencia. El Informe de 9/11 no proporciona ninguna refutación documentada convincente de los eslabones de Osama con la CIA, dado que la agencia dirigía una guerra principal en la cual él era un participante. Del mismo modo, los autores del informe no escudriñaron las conexiones informales del gobierno estadounidenses con el gobierno saudita cuyos eslabones con la familia bin Laden podrían haber proporcionado un acceso a cualquier relación CIA-Osama.


2. ¿Cuándo fueron las últimas conexiones no hostiles de Osama con el gobierno estadounidense?
Consecuente con su visión de la relación de Osama con la CIA durante la empresa antisoviética, el Reporte del 9/11 no hace caso de la posibilidad que él pueda haber tenido una relación continua con el gobierno estadounidense, en particular con sus servicios de inteligencia. El informe deja de lado esta hipótesis con una nota al pie de la página en el sentido de que ambos la CIA y el supuestamente segundo al mando de al Qaeda Ayman al Zawahiri niegan una relación.

Uno puede dudar de la veracidad de los desmentidos de Langley [cuartel de la CIA] de una relación con Osama bin Laden y sus socios, considerando la carencia de veracidad de su declaración anterior a la Comisión Warren sobre no haber tenido una relación con Lee Harvey Oswald [supuesto asesino de John Kennedy]. O en alegar que un empleado llamado "Mr. George Bush" que la agencia citó en su reporte de los acontecimientos del 22 de noviembre de 1963 [asesinato de Kennedy] era una persona completamente diferente de George Bush que posteriormente se convirtió en el 41 presidente estadounidense, después de servir como Director de la CIA.

Igualmente, la aseveración de Sr. Zawahiri de no haber recibido un centavo de fondos de CIA merece la atención del escrutinio escéptico. Lo que el informe describe como "las memorias" de Zawahiri son realmente un comunicado publicado en un periódico de Londres en diciembre de 2001, es decir, después de los acontecimientos de 9/11. Fue obviamente una llamada a los musulmanes fieles para una guerra santa contra el infiel mancillador de los sitios santos; ¿pudo tal persona, consciente de la necesidad de ganar adeptos para una guerra santa contra el Gran Satán haber afirmado que estuvo en la nómina de su principal enemigo? No es más probablemente que para el actual presidente de los Estados Unidos también, dibujando paralelismos entre la guerra en Iraq y la Segunda Guerra Mundial, atenerse al hecho que el banco de su abuelo fue confiscado por el gobierno estadounidense en 1942 por comerciar ilícitamente con el Tercer Reich.

En efecto, las agencias de inteligencia estadounidenses han tenido, puramente como una función de sus actividades, relaciones con la mayor parte de los sinvergüenzas del mundo, timadores, y psicópatas de los últimos 70 años: de Lucky Luciano y la Pandilla Gambino, a Reinhard Gehlen y Timothy Leary, a los autores de la masacre de las 500,000 personas en Indonesia en 1965, a los exiliados cubanos que hicieron estallar un avión de pasajeros en 1976, a tales oscuros personajes como Ahmed Chalabi y su amigo "Curveball". Entre tal galería de crueles bestias, bin Laden y sus cohortes no se destacan mayormente.

Más visibles que estas especulaciones, sin embargo, son las muy reales conexiones entre Washington y los jihadistas islámico en los Balcanes a lo largo de los años ‘90. El informe insinúa esta relación mencionando la presencia de frentes de caridad "de la red" de bin Laden en Zagreb y Sarajevo. De hecho, el gobierno estadounidense se involucró en una masiva operación encubierta para infiltrar guerreros Islámicos en los Balcanes, muchos de ellos veteranos de la guerra afgana, para minar el gobierno de Milosevic. "El embargo de armas," implementado por los militares estadounidenses, era una chapa para esta actividad (es decir, usando la fuerza militar para impedir a ojos curiosos ver lo que pasaba).

Un lobbista clave de Washington para el gobierno Musulmán de Bosnia era el bufete de abogados de Feith y Zell. Sí, Douglas Feith, uno de los principales conspiradores implicados en el lanzamiento de la guerra de Iraq bajo la bandera de oponerse a terrorismo Islámico, fue un defensor de introducir terroristas Islámicos en el sudeste de Europa. ¿En consecuencia aparecen los "Islamofascistas" de la demonología pseudoconservadora menos como enemigos satánicos y más bien como marionetas pendientes de una mano invisible? O quizás la analogía es incorrecta: más bien el Monstruo de Frankenstein que se ha escapado del control de su creador.

...

6. ¿Por qué escapó Osama bin Laden?
"¡Buscado, vivo o muerto!" "¡Los sacaremos de sus cuevas hechos humo!" Todos los estadounidenses recuerdan el sentimiento de justo castigo que implicaba la caza de Osama bin Laden en el otoño e invierno de 2001. Pero, repentinamente, todo quedó en nada y se difuminó por atacar Iraq y sus yacimientos petrolíferos.

Sabemos la explicación. De alguna manera, bin Laden se escapó en la batalla de Tora Bora, porque "la puerta trasera estaba abierta". Sólo después de la invasión de Iraq, más de un año más tarde, fue generalmente reconocido que los recursos solicitados para Afganistán habían sido desviados a la campaña previa de Iraq. Al público se le llevó a creer que las asignaciones suplementales de Afganistán fueron trasvasijadas a la campaña de Iraq a mediados de 2002.

Pero la extraña apatía sobre el paradero de Osama comenzó más pronto que esto. En un discurso al Council on Foreign Relations, el entonces miembro del Comité de Inteligencia del Senado Bob Graham declara lo siguiente:

"Fui invitado por uno de los comandantes mayores del Comando Central para entrar en su oficina [esto probablemente significa el Comandante de CENTCOM, General Tommy Franks. Niveles inferiores no convocan a Senadores a sus oficinas]. Entramos, la puerta permaneció cerrada, y él se volteó hacia mi, y dijo, 'Senador, hemos dejado de luchar contra el terrorismo en Afganistán. Movemos militares y personal de inteligencia y recursos de Afganistán para prepararnos para una futura guerra en Iraq.' Esto es febrero de 2002 . 'Senador, en lo que nos avocamos ahora es una persecución no una guerra, y no estamos entrenados para conducir una persecución'".

El senador Graham explica esta materia en su libro, Intelligence Matters, en la página 125:
"En aquel punto, el General Franks pidió una palabra adicional conmigo en su oficina. Cuando entré cerró la puerta. demostrando preocupación, dijo, 'Senador, no estamos involucrados en una guerra en Afganistán .'

"¿Disculpe?" Pregunté.

"'Los militares y el personal de inteligencia están siendo redesplegados para prepararse para una acción en Iraq,' prosiguió. 'Los ‘Predators’ [aviones de vigilancia no tripulados] están siendo trasladados. Lo que hacemos es una persecución. Nos hemos envuelto demasiado en el rastreo de Osama bin Laden y el Mullah Omar. Somos mejores como hacha de carne que descubriendo una aguja en un pajar. Esto no es nuestra misión, y esto no es para lo que estamos entrenados o listos para hacer'".

En el primer extracto, el oficial militar podría ser ambivalente sobre el cambio de la misión, simplemente diciendo que los militares estadounidenses no están supuestamente entrenados para conducir persecuciones. El segundo extracto proporciona más sustancia, sugiriendo que Franks mismo está de acuerdo que la busca de Osama bin Laden es el juego de paciencia ("nos hemos envuelto demasiado en el rastreo de Osama bin Laden y Mullah Omar").

Allí lo tenemos: tan pronto como el febrero de 2002, el gobierno estadounidense tiraba el enchufe. ¿O fue aún antes? Gary Berntsen, un antiguo oficial de CIA, dice en su libro “Jawbreaker” que su equipo paramilitar rastreó a bin Laden en la región de Tora Bora a finales de 2001 y podría haberlo matado o haber capturado si sus superiores hubieran estado de acuerdo con su petición de una fuerza adicional de aproximadamente 800 tropas estadounidenses. Pero la administración se preparaba ya para la guerra con Iraq y nunca enviaron tropas, permitiendo a bin Laden escaparse.
Ahora, Berntsen es un típico explorador de Langley que se cree la mayor parte de la idea de la guerra contra el terrorismo; pero es exactamente por esta razón que su testimonio vale la pena. Aquí no hay ningún crítico ideológico de la administración de Bush y su política exterior - al contrario, él comparte muchas de sus asunciones. Como el alumno colega de la Agencia Michael Scheuer, él ha experimentado la disonancia cognitiva de tener que bancarse las políticas de la administración de primera mano, y sus deseos de reportar su descubrimientos.

¿Es plausible que los Militares de los Estados Unidos, contando con 1.4 millones de soldados en servicio activo y un millón de reservistas, no podían desplegar 800 tropas adicionales para capturar al qué fue caracterizado como un demonio en forma humana? Quizás el entonces presidente de los Jefes de Estado Mayor Conjuntos, General Richard Myers, lo explicó mejor en una entrevista de CNN el 6 de abril de 2002, mucho después de que la caza para bin Laden había sido concluida:

"Bien, si usted recuerda, si volvemos al principio de este segmento, el objetivo nunca ha sido atrapar a bin Laden."

...

14 febrero, 2006

Libro: La Gran Impostura, Cap. 11

Estimados lectores, continuamos con la entrega de información de base para comprender esto del Nuevo Orden, en este capítulo del libro "La Gran Impostura" de Thierry Meyssan llama la atención la mención a la Operación Northwoods, sin duda algo que tener en mente. Nuestra primera entrega de este libro fue el capítulo 7.


Capítulo 11

La conjura


Los elementos de los que disponemos ahora hacen pensar que los atentados del 11 de septiembre fueron patrocinados desde el interior del aparato de Estado norteamericano. Sin embargo, esta conclusión nos impresiona porque estábamos acostumbrados a la leyenda del "complot Bin Laden" y porque nos resulta duro pensar que los norteamericanos pudieron sacrificar cínicamente a cerca de 3.000 compatriotas. No obstante, en el pasado, el Estado Mayor Conjunto estadounidense planificó —pero jamás realizó— una campaña de terrorismo contra su propia población.

Es preciso recordar la historia.

* * *

En 1958, en Cuba, los sublevados encabezados por los coroneles Fidel y Raúl Castro, Che Guevara y Camilo Cienfuegos derrocan al régimen títere de Fulgencio Batista. El nuevo Gobierno, que todavía no es comunista, pone fin a la explotación sistemática de la isla a la que se libraban un grupo de multinacionales estadounidenses (Standard Oil, General Motors, ITT, General Electric, Sheraton, Hilton, United Fruit, East Indian Co.) y la familia Bacardí desde seis años. Recíprocamente, estas empresas convencen al presidente Eisenhower de derrocar a los castristas.

El 17 de marzo de 1960 el presidente Eisenhower aprueba un "Programa de acciones clandestinas contra el régimen castrista" comparable a la "Matriz" de George Tenet, aunque limitado sólo a Cuba. Su objetivo es "sustituir el régimen de Castro por otro, más fiel a los verdaderos intereses del pueblo cubano y más aceptable para Estados Unidos, con medios que eviten que sea visible la intervención norteamericana".

El 17 de abril de 1961 una brigada de exiliados cubanos y de mercenarios, más o menos discretamente enmarcada en la CIA, intenta un desembarco en la Bahía de Cochinos. La operación fracasa. El presidente John F. Kennedy, que acaba de llegar a la Casa Blanca, se niega a enviar a la Fuerza Aérea estadounidense para apoyar a los mercenarios. Mil quinientos hombres son hechos prisioneros por las autoridades cubanas. Kennedy condena la operación y destituye al director de la CIA (Allen Dulles), al director adjunto (Charles Cabell) y al director del "stay behind" (Richard Bissell). Encarga una investigación interna a su consejero militar, el general Maxwell Taylor, pero no se toma ninguna medida concreta. Kennedy se pregunta sobre la actitud del Estado Mayor Conjunto que dio el visto bueno a la operación, cuando se sabía que estaba condenada al fracaso.

Todo parece haber sucedido como si los generales hubieran intentado implicar a Estados Unidos en una guerra abierta contra Cuba. Aunque el presidente Kennedy sancionó los métodos y fracasos de la CIA, no puso en duda la política de hostilidad de Washington respecto al poder de La Habana. Creó un "grupo especial ampliado" encargado de concebir y llevar a cabo la lucha anticastrista. Este grupo estaba compuesto p0r su hermano Robert Kennedy (fiscal general), su consejero militar (el general Maxwell Taylor), el consejero nacional de Seguridad (Mc George Bundy), el secretario de Estado (Dean Rusk), asistido por un consejero (Alexis Johnson), el secretario de Defensa (Robert McNamara), asistido por un consejero (Roswell Gillparic), el nuevo director de la CIA (John McCone) y el jefe de Estado Mayor Conjunto (el general Lyman L. Lemnitzer).

Este grupo especial ampliado ideó un conjunto de acciones secretas agrupadas con el título genérico de operación "Mongoose" (mangosta). Para llevarlas a cabo se encarga la coordinación operativa entre el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y la CIA al general Edward Lansdale (ayudante del secretario de Defensa, encargado de las operaciones especiales, y en calidad de director de la NSA). Mientras, en el seno de la CIA se constituye una unidad ad hoc, el "Grupo W", dirigido por William Harvey.

* * *

En abril de 1961 el ejército de Estados Unidos atraviesa una grave crisis: el general Edwin A. Walker, que había sus citado los enfrentamientos racistas de Little Rock antes de tomar el mando de la infantería destacada en Alemania, es destituido por el presidente Kennedy. Es acusado de desarrollar un proselitismo de extrema derecha en el ejército. Posiblemente él mismo pertenecía a la John Birch Society y a los Caballeros Auténticos del Ku Klux Klan.

La comisión de Asuntos Exteriores del Senado lleva a cabo una investigación sobre la extrema derecha militar. El senador Albert Gore (demócrata, Tennessee), padre del futuro vicepresidente norteamericano, se encarga de las comparecencias. Los senadores sospechan que el jefe de Estado Mayor Conjunto, el general Lyman L. Lemnitzer, ha participado en el "complot Walker". Gore sabe que Lemnitzer es un especialista en acción secreta: en 1943 había dirigido personalmente las negociaciones que intentaron que Italia se pusiera en contra del Reich; más adelante, en 1944 condujo con Allen Dulles las negociaciones secretas con los nazis en Ascona (Suiza) preparando su capitulación (operación Sunrise). Participó en la creación de la red stay behind de la OTAN, alineando a agentes nazis para luchar contra la Unión Soviética, y en las operaciones que permitieron que los responsables de crímenes contra la humanidad encontraran refugio en Latinoamérica. Pero Gore no logró demostrar su responsabilidad en los acontecimientos contemporáneos.

La correspondencia secreta del general Lemnitzer, publicada recientemente, demuestra que conspiró con el comandante de las fuerzas norteamericanas en Europa (el general Lauris Norstad) y otros oficiales de muy alto rango para sabotear la política de John F. Kennedy.

Los militares extremistas denuncian el rechazo de Kennedy a la intervención militar en Cuba. Consideran a los civiles de la CIA como responsables de la mala planificación del desembarco en la Bahía de Cochinos y al presidente Kennedy como un traidor por haber rechazado el apoyo de la Fuerza Aérea estadounidense.

Para desbloquear la situación proyectan dar un pretexto político a Kennedy para emprender una intervención militar. Este plan, llamado operación "Northwoods", da lugar a estudios avanzados formalizados por el general de brigada William H. Craig. El propio general Lemnitzer presenta el plan al Grupo Especial Ampliado el 13 de marzo de 1962. La reunión tiene lugar en el Pentágono, en el despacho del secretario de Defensa, desde las 14.30 hasta las 17.30. Termina muy mal: Robert McNamara
rechaza el plan en su conjunto, mientras el general Lemnitzer endurece su posición. Siguen seis meses de permanente hostilidad entre la Administración Kennedy y el Estado Mayor Conjunto, luego se produce el alejamiento de Lemnitzer y su
nombramiento como jefe de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Europa. Antes de partir, el general da la orden de destruir todas las huellas del proyecto Northwoods, pero Robert McNamara conserva la copia del memo que le había sido entregada. (Los documentos de la operación Northwoods fueron inicialmente publicados en Australia por Jon Elliston (Psy War on Cuba, The Declassified History of US Anti-Castro Propaganda, Ocean Press, 1999) sin que provocaran reacciones en Estados Unidos. Fueron de nuevo explotados por el periodista de ABC News, James Bamford, en su historia de la NSA (Body of Secrets, Anatomy of the Ultra-Secret National Security Agency from the Cold War to the Dawn of a New Century, Doubleday, 2001) suscitando entonces una gran conmoción entre los historiadores).

* * *

La operación Northwoods consistía en convencer a la comunidad internacional de que Fidel Castro era un irresponsable hasta el punto de representar un peligro para la paz de Occidente. Para ello estaba previsto orquestar, y luego imputar a Cuba, los graves daños sufridos por Estados Unidos. Estas son algunas de las provocaciones proyectadas:

• Atacar la base norteamericana de Guantánamo. La operación sería conducida por mercenarios cubanos con uniforme de las fuerzas de Fidel Castro; incluiría sabotajes y la voladura del depósito de municiones, lo que provocaría necesariamente considerables daños materiales y pérdidas humanas.

• Volar un buque norteamericano en aguas territoriales cubanas de modo que se reavivara la memoria de la destrucción del Maine, en 1898 (266 muertos), lo que provocó la intervención norteamericana contra España. En realidad el buque estaría vacío y sería teledirigido. Se haría de modo que la explosión fuera visible desde La Habana o Santiago para que se dispusiera de testigos. Se llevarían a cabo operaciones de auxilio para dar credibilidad a las pérdidas. Se publicaría una lista de víctimas en la prensa y se organizarían falsas exequias para suscitar indignación en la gente. La operación se desencadenaría cuando buques y aviones cubanos se encontraran en la zona para poder imputarles el ataque.

• Aterrorizar a los exiliados cubanos organizando algunas explosiones contra ellos en Miami, Florida e incluso Washington. La operación incluiría la detención de falsos agentes cubanos para disponer de confesiones. Se interceptarían documentos comprometedores falsos, establecidos con antelación, y se distribuirían a la prensa.

• Movilizar a los Estados vecinos de Cuba haciéndoles creer en una amenaza de invasión. Un falso avión cubano bombardearía por la noche la República Dominicana u otro estado de la zona. Las bombas utilizadas serían obviamente de fabricación soviética.

• Movilizar a la opinión pública internacional destruyendo un vuelo espacial con tripulación. Para que la operación tuviera más fuerza, la víctima podría ser John Glenn, el primer norteamericano que recorrió una órbita completa de la Tierra
(vuelo Mercury).

Por otra parte, se estudiarían más concretamente otras provocaciones:

• "Es posible crear un incidente que demuestre de un modo convincente que un avión cubano ha atacado y ha derribado un vuelo chárter civil que iba desde Estados Unidos a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela." Un grupo de pasajeros cómplices, que podrían ser estudiantes, por ejemplo, tomarían un vuelo chárter de una compañía propiedad de la CIA bajo mano. A la altura de Florida, el avión se cruzaría con una réplica, de hecho un avión en apariencia idéntico, pero vacío y transformado en avión teledirigido. Los pasajeros cómplices regresarían a una base de la CIA, mientras que la copia continuaría aparentemente su trayecto. El aparato emitiría mensajes de peligro indicando que estaba siendo atacado por un caza cubano y estallaría en vuelo.

La realización de estas operaciones implica necesariamente la muerte de numerosos ciudadanos norteamericanos, civiles y militares. Pero precisamente su costo humano es lo que hace eficaces las acciones de manipulación.

* * *

Para John F. Kennedy, Lemnitzer es un anticomunista histérico apoyado por multinacionales sin escrúpulos. El nuevo presidente entiende ahora el sentido de la advertencia de su predecesor, el presidente Eisenhower, un año antes, durante su
discurso de final de mandato:

"En los consejos de Gobierno, debemos precavernos de la adquisición de una influencia ilegítima, ya sea buscada o no, del complejo militar e industrial. Existe y persistirá el riesgo de un trágico desarrollo de un poder usurpado. No debemos dejar nunca que el peso de esta conjunción amenace nuestras libertades o los procesos democráticos. No debemos considerar nada como experiencia. Sólo la vigilancia y la conciencia ciudadana pueden garantizar el equilibrio entre la influencia de la gigantesca maquinaria industrial y militar de defensa y nuestros métodos y objetivos pacíficos, de modo que la seguridad y la libertad puedan crecer juntas". "Dwight Eisenhower, Farewell Address", 17 de enero de 1961.

En definitiva, John F. Kennedy resiste ante los generales Walker, Lemnitzer y sus amigos, y rechaza comprometer más a Norteamérica en una guerra a ultranza contra el comunismo, en Cuba, Laos, Vietnam o donde sea. Es asesinado el 22 de noviembre de 1963.

El general Lemnitzer se jubila en 1969. Pero en 1975, cuando el Senado empieza las investigaciones sobre el papel exacto de la CIA durante la Administración Nixon, Gerald Ford, que ejerce provisionalmente la presidencia desde el escándalo de Watergate, le pide que participe en esta investigación. Tras ayudar a enterrar la polémica, Ford lo requiere de nuevo para animar un grupo de presión, el CPD (Committee on the Present Danger/Comité sobre el Peligro Actual). Esta asociación es una creación de la CIA, entonces dirigida por George Bush padre, que está llevando a cabo la campaña contra el peligro soviético.

Entre sus administradores se encuentran varios responsables de la CIA y Paul D. Wolfowitz (actual secretario adjunto de Defensa, encargado de las operaciones en Afganistán). Paralelamente, Gerald Ford promueve al general de brigada William H. Craig, que dirigió los estudios preliminares de la operación Northwoods, director de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad).

El general Layman L. Lemnitzer muere el 12 de noviembre de 1988. En 1992 la opinión pública norteamericana se pregunta qué pasó con el asesinato del presidente Kennedy después de la difusión de una película de Oliver Stone que muestra las
incoherencias de la versión oficial. El presidente Clinton ordena la desclasificación de muchos archivos del período Kennedy. Entre los papeles del secretario de Defensa Robert McNamara se encuentra la única copia que se ha conservado del proyecto Northwoods.

* * *

Este precedente histórico nos recuerda que, desafortunadamente, no es imposible una conspiración estadounidense interna, que tenía previsto sacrificar a ciudadanos norteamericanos en el marco de una campaña terrorista. En 1962 John F. Kennedy resistió al desvarío de su Estado Mayor. Lo pagó probablemente con su vida. No sabemos cuál habría sido la reacción de George W. Bush si hubiese tenido que enfrentarse a la misma situación. La historia inmediata de Estados Unidos nos muestra que el terrorismo interno es una práctica en desarrollo. Desde 1966 el FBI publica un informe anual sobre los actos de terrorismo interior: en 1995, 8 en 1996, 25 en 1997, 17 en 1998, 19 en 1999. Estos atentados fueron perpetrados mayoritariamente por grupos militares y paramilitares de extrema derecha.

* * *

La declaración del teniente Delmart Edward Vreeland ante el Tribunal Superior de Toronto (Canadá) añade credibilidad a la existencia de una conspiración en el seno de las fuerzas armadas de Estados Unidos para perpetrar los atentados del 11 de septiembre.

Detenido por fraude con tarjeta de crédito, el teniente Vreeland se defendió alegando su pertenencia a los servicios secretos de la Marina estadounidense (Inteligencia Naval). Contó a la policía que había recopilado información en Rusia sobre el asesinato de Marc Bastien, un empleado numerario de la embajada de Canadá en Moscú, -y sobre la preparación de los atentados en Nueva York. Después de comprobar que Marc Bastien no había sido asesinado, sino que había muerto al ingerir una sobredosis de antidepresivos cuando estaba en estado de ebriedad, la policía descartó las palabras de Vreeland, que equiparó a una lamentable defensa. Fue encarcelado.

El 12 de agosto de 2001 Vreeland entregó un sobre cerrado a la autoridad penitenciaria que contenía su declaración sobre los atentados futuros. Las autoridades canadienses no le dieron ninguna importancia. El 14 de septiembre abrieron el sobre y encontraron una descripción precisa de los atentados cometidos tres días antes en Nueva York. De inmediato se interrogó al Pentágono, pero la respuesta que se recibió era que Delmart "Mike" Vreeland había abandonado la Marina en 1986 debido a su limitada capacidad y que jamás había sido destinado a la Inteligencia Naval. El procurador federal descartó las afirmaciones de Vreeland exclamando ante el Tribunal Superior de Toronto: "¿Es posible esta historia? No puedo decir que sea imposible, sólo que no es plausible".

Primera repercusión: el médico forense, Line Duchesne, se retracta sobre las causas de la muerte del diplomático Marc Bastien y concluye que fue asesinado. Las palabras de Vreeland recuperan su credibilidad. Segunda repercusión: durante una audiencia pública del Tribunal Supremo de Toronto el 25 de enero de 2002: los abogados del teniente Vreeland, señores Rocco Galati y Paul Dlansky, llaman por un teléfono con altavoz a la centralita del Pentágono. Ante los magistrados que escuchan la conversación obtienen la confirmación de que su cliente estaba en servicio activo en la Marina. Además, cuando solicitan hablar con sus superiores, la operadora les comunica por una línea directa con Inteligencia Naval.

* * *

Por consiguiente estos atentados eran conocidos por cinco servicios de información (alemán, egipcio, francés, israelí y ruso), por un agente de la Inteligencia Naval, por autores anónimos de mensajes de alerta enviados a Odigo, sin hablar de los poseedores de información confidencial que especularon en Bolsa. ¿Hasta dónde llegaban las filtraciones? ¿Hasta dónde se extienden las implicaciones?

Bruce Hoffman, vicepresidente de la Rand Corporation, declaró durante su comparecencia en la Cámara de los Representantes que, por su magnitud, los atentados eran "inimaginables". Es la opinión indiscutible del experto más cotizado. Con un presupuesto anual de 160 millones de dólares, la Rand Corporation es el mayor centro privado de investigación en materia de estrategia y de organización militar del mundo. Es la prestigiosa expresión del lobby militar e industrial norteamericano. Presidido por James Thomson, cuenta entre sus administradores con Ann McLaughin Korologos (ex presidenta del Institut Aspen) y Franck Carlucci (presidente del Carlyle Group). Condoleezza Rice y Donald Rumsfeld fueron administradores de esta mientras sus funciones oficiales se lo permitieron. Zalmay Khalilzad también fue su analista.

Pero Bruce Hoffman miente: en una conferencia publicada por la US Air Force Academy en marzo de 2001 (es decir seis meses antes de los atentados), consideraba precisamente el "inimaginable" guión del 11 de septiembre. Dirigiéndose a un auditorio de oficiales superiores de la Fuerza Aérea estadounidense, indicaba que "intentamos preparar nuestras armas contra Al Qaeda, la organización —o quizás el movimiento— asociado a Bin Laden (...) Piensen por un momento lo que fue el atentado con bomba contra el World Trade Center en 1993. Ahora, observen que es posible derribar la Torre Norte sobre la Torre Sur y matar a 60.000 personas (...) Encontrarán otras armas, otras tácticas y otros medios para alcanzar sus blancos. Tienen un gran abanico de armas, entre las que se encuentran los aviones teledirigidos".
¿Qué visión de futuro, no?

* * *

Para calmar el entusiasmo bélico del Partido Republicano, los demócratas aceptaron, en la votación de la ley de finanzas de 2000, la constitución de una comisión de evaluación de la organización y la planificación de la seguridad de Estados Unidos en materia espacial. La comisión presentó su informe el 11 de enero de 2001 , algunos días antes de que su presidente, el honorable Donald Rumsfeld, se convirtiera en secretario de Defensa de la Administración Bush y abandonara su sillón en el consejo de administración de la Rand Corporation. Ocho de sus doce miembros eran generales jubilados. Todos eran partidarios del "escudo antimisiles". De modo que los 32 días de trabajo de la comisión no se dedicaron a estudiar la situación, sino a buscar argumentos que justificaran a posteriori las convicciones comunes de sus miembros.

Para la "Comisión Rumsfeld", el espacio es un campo militar comparable a la tierra, el aire y el mar. Debe disponer de su propio ejército, equivalente al Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina. Estados Unidos debe ocupar este campo e impedir que
cualquier otra potencia se instale en él. Gracias a esta asimetría de medios, su supremacía militar será incontestable e ilimitada.

La Comisión Rumsfeld ha presentado diez propuestas:

1. El Ejército Espacial debe depender directamente del Presidente.
2. El Presidente debe tener a un consejero en materia espacial para que Estados Unidos explote lo mejor posible su ventaja.
3. Las distintas agencias de información deben estar coordinadas y subordinadas al Ejército Espacial en el seno del Consejo Nacional de Seguridad.
4. La utilización del Ejército Espacial, al ser a la vez una herramienta de información y un arma letal, presupone una coordinación del secretario de Defensa y los numerosos servicios de información; estos últimos bajo la autoridad única del director de la CIA.
5. El secretario de Defensa debe tener adjunto un subsecretario para el Espacio.
6. El comandante espacial debe ser distinto del comandante aéreo.
7. El Ejército Espacial debe poder utilizar los servicios de las demás armas.
8. La NRO (agencia de imaginería espacial) debe estar vinculada al subsecretario de la Fuerza Aérea.
9. El secretario de Defensa debe supervisar en persona las inversiones en investigación y desarrollo espacial, de modo que crezca la asimetría entre las fuerzas norteamericanas y las de las otras potencias militares.
10. Deben desbloquearse importantes recursos presupuestarios para el programa espacial militar.

Además de denunciar el tratado ABM de 1972, este ambicioso programa de militarización del espacio supone unas reformas en la organización y la estrategia norteamericanas que parecen irrealizables. Por ello, la Comisión Rumsfeld escribe:

"La historia está llena de situaciones en las que se ignoraron las advertencias y se opuso resistencia a los cambios hasta que un acontecimiento exterior, juzgado hasta el momento 'improbable', forzó la mano de las burocráticas reticencias. La pregunta que se plantea es saber si Estados Unidos tendrá la sabiduría de actuar de un modo responsable y reducir lo antes posible su vulnerabilidad espacial. O bien si, como ya sucedió en el pasado, el único acontecimiento capaz de galvanizar las energías de la Nación y forzar al Gobierno de Estados Unidos a actuar, sea un ataque destructor contra el país y su población, un 'Pearl Harbor espacial'.
"Hemos sido alertados, pero no estamos en alerta."

Para Donald Rumsfeld y los generales de la Fuerza Aérea, los acontecimientos del 11 de septiembre constituyen en cierto modo una "divina sorpresa", según la expresión empleada por los fascistas franceses cuando la derrota les permitió derrocar "la Gueuse" y dar plenos poderes a Philippe Pétain. El 11 de septiembre, a las 18.42, Donald Rumsfeld dio una conferencia de prensa en el Pentágono. Para manifestar la unidad de Norteamérica en ese difícil momento, los líderes demócratas y republicanos de la comisión senatorial de Defensa se habían unido a él. No se tenía noticia del presidente Bush y el mundo esperaba con inquietud la respuesta norteamericana. Con todo, en plena conferencia, en directo ante las cámaras de la prensa internacional, Donald Rumsfeld se enfrentó con el senador Carl Levin (demócrata, Michigan): "Usted, así como otros representantes demócratas en el Congreso, ha expresado el temor de no disponer de recursos suficientes para financiar el importante aumento de los presupuestos de Defensa solicitado por el Pentágono, especialmente la defensa antimisiles. Teme que se tenga que recurrir a fondos de la Seguridad Social para financiar este esfuerzo. ¿Este tipo de acontecimientos que se acaban de producir son suficientes para convencerse de que es urgente que este país aumente los gastos dedicados a su defensa y que, si es preciso, habrá que sacar fondos de la Seguridad Social para pagar los gastos militares? —¿El aumento de los gastos militares?—".

Un arrebato que podría interpretarse como una confesión.