24 febrero, 2006

Libro: Body of Secrets sobre Operación Northwoods (1)

Es bueno compartir información que puede ser relevante al momento de evaluar si un hecho es real o inventado. La Operación Northwoods que ya se ha comentado en el libro de Meyssan, es un tema de estos, relevante e indicador. Aquí les dejo una traducción del libro Body of Secrets de James Bramford que trata sobre la mentada operación ideada por los Jefes de Estado Mayor Conjuntos de Estados Unidos en 1962, no fue juego ni invención, fue casi realidad.


Body of Secrets
Anatomía de la utra-secreta National Security Agency (NSA)

James Bramford, Doubleday, mayo 2001
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Pgs. 82-91

Según documentos secretos ocultos por largo tiempo obtenidos para Body of Secrets, los Jefes de Estado Mayor Conjuntos [JCS] prepararon y aprobaron los planes para lo que puede ser una de las maquinaciones más corruptas alguna vez creadas por el gobierno estadounidense. En nombre del anticomunismo, propusieron iniciar una secreta y sangrienta guerra terrorista contra su propio país a fin de persuadir al público norteamericano en apoyar la malintencionada guerra que pretendían lanzar contra Cuba.

De nombre clave Operación Northwoods, el plan, que tenía la aprobación escrita del Director y cada miembro de los Jefes de Estado Mayor Conjuntos, llamaba a que gente inocente fuera tiroteada en calles de Estados Unidos; que barcos llevando a refugiados huyendo de Cuba fueran hundidos en alta mar; que una ola de violencia terrorista fuera iniciada en Washington D.C., Miami, y en otras partes. Gente sería falsamente acusada de ataques con bombas que no cometieron; aviones serían secuestrados. Usando pruebas falsas, todo sería achacado a Castro, dando así a Lemnitzer y sus conspiradores la excusa, así como el apoyo público e internacional que necesitaban para lanzar su guerra.

La idea realmente puede haber provenido de la administración del presidente Eisenhower hacia el final de su administración. Con la Guerra Fría más caliente que nunca y el reciente escándalo del U-2 fresco en la memoria del público, el viejo general quería irse con un triunfo. Quiso desesperadamente invadir Cuba en las semanas anteriores a la llegada de Kennedy; de hecho, el 3 de enero le dijo a Lemnitzer y otros ayudantes en su Cuarto de Gabinete que atacaría a Castro antes de la asunción del mando sólo si los cubanos le daban una excusa realmente buena. Entonces, con el tiempo acabándose, Eisenhower puso a flote una idea. Si Castro fallara en proporcionar aquella excusa, quizás, él dijo, los Estados Unidos "podrían pensar en fabricar algo que fuera aceptable para la mayoría." Lo que él sugería era un pretexto –un bombardeo, un ataque, un acto de sabotaje- llevado a cabo en secreto contra los Estados Unidos por los Estados Unidos. Su objetivo sería justificar el lanzamiento de una guerra. Esto era una peligrosa sugerencia de parte de un desesperado presidente.

Aunque tal guerra no ocurrió, la idea no fue desechada por el General Lemnitzer. Pero él y sus colegas estaban frustrados por el fracaso de Kennedy en autorizar su plan, y enojados con Castro por no proporcionarles una excusa para invadir.

El último eslabón pudo haber llegado durante una reunión en la Casa Blanca el 26 de febrero de 1962. Preocupado por que varios proyectos de acción encubiertos del General Lansdale bajo la Operación Mongoose se volvían más escandalosos e inconducentes, Robert Kennedy le dijo que cesara todos los esfuerzos anti-Castro. En vez de esto, a Lansdale le ordenaron concentrarse durante los próximos tres meses estrictamente en la obtención de inteligencia sobre Cuba. Esto fue un humillante fracaso para Lansdale, un hombre más acostumbrado a los elogios que a las reprimendas.

Cuando los hermanos Kennedy parecieron repentinamente "suavizarse" con Castro, Lemnitzer vio su oportunidad de invadir Cuba rápidamente escabullirse. Las tentativas de provocar al público cubano para iniciar una revuelta parecieron morir y Castro, lamentablemente, pareció no tener ninguna intención de lanzar algún ataque contra norteamericanos o su propiedad. Lemnitzer y los otros Jefes sabían que les quedaba sólo una opción para asegurar su guerra. Tendrían que engañar a la opinión pública Norteamericana y mundial para que odiasen a Cuba tanto que no sólo no aprobarían, sino que insistirían en que él y sus generales lanzaran su guerra contra Castro. "La opinión mundial, y el foro de Naciones Unidas," leía un documento secreto del JCS [Jefes de Estado Mayor Conjuntos], "deberían ser favorablemente afectados desarrollando una imagen internacional del gobierno cubano como imprudente e irresponsable, y como una amenaza alarmante e imprevisible para la paz del Hemisferio Occidental." La Operación Northwoods llamaba por una guerra en la cual muchos patriotas americanos e inocentes cubanos morirían insensatamente - todos para satisfacer los torcidos egos de generales en Washington, seguros en sus casas y limusinas financiadas por los contribuyentes.

Una idea considerada seriamente implicaba el lanzamiento de John Glenn, el primer norteamericano en orbitar la tierra. El 20 de febrero de 1962 Glenn debía despegar de Cabo Cañaveral, Florida, en su histórico viaje. El vuelo debía llevar el emblema de las virtudes americanas de verdad, libertad, y democracia a altas orbitas sobre el planeta. Pero Lemnitzer y sus Jefes tenían una idea diferente. Ellos propusieron a Lansdale que, en el caso que el cohete explotase y matase a Glenn, “el objetivo sería proporcionar la prueba irrevocable ... la culpa será de los Comunistas y Cuba.” Esto se conseguiría, prosiguió Lemnitzer, "fabricando varias pruebas que demostrarían la interferencia electrónica de parte de los cubanos." Así, mientras la NASA se disponía a enviar el primer norteamericano al espacio, los Jefes de Estado Mayor Conjuntos se disponían a usar la posible muerte de John Glenn como un pretexto para lanzar una guerra. Glenn despegó hacia la historia sin contratiempos, dejando a Lemnitzer y los Jefes con la tarea de comenzar a idear nuevos complots que ellos sugirieron fueran realizados "dentro del marco de tiempo de unos pocos meses." Entre las acciones recomendadas estaban "una serie de incidentes bien coordinados que ocurrirían en y alrededor" de la base Naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Esto incluía vestir a cubanos "amistosos" en uniformes militares cubanos y hacer que iniciaran "disturbios cerca de la puerta principal de la base.” Otros pretenderían ser saboteadores dentro de la base. Harían estallar municiones, iniciarían incendios, sabotearían aviones, dispararían morteros a la base dañando las instalaciones.”

Las operaciones sugeridas se pusieron cada vez más escandalosas. Otro llamó a una acción similar al infame incidente de febrero de 1898 cuando una explosión a bordo del acorazado Maine en el puerto de La Habana mató a 266 marineros estadounidenses. Aunque la causa exacta de la explosión permanece indeterminada, esto provocó la Guerra española-norteamericana con Cuba. Incitados por la mortal explosión, más de un millón de hombres se enlistaron voluntariamente. A Lemnitzer y sus generales se les ocurrió un plan similar. "Podríamos hacer explotar un barco estadounidense en la Bahía Guantánamo y culpar a Cuba," propusieron; "las listas de víctimas en los periódicos causarían una provechosa ola de indignación nacional."

No parecía haber ningún límite a su fanatismo: "Podríamos desarrollar una campaña de terror cubano-comunista en el área de Miami, en otras ciudades de Florida y hasta en Washington," escribieron. "La campaña de terror podría ser dirigida hacia refugiados cubanos que buscan asilo en los Estados Unidos...

Podríamos hundir una barcaza llena de cubanos en camino a Florida (verdaderos o simulados)... Podríamos propiciar atentados a las vidas de refugiados cubanos en los Estados Unidos y realizarlos en el momento justo para que sean lo más ampliamente difundidos.

"Se propusieron atentados con bombas, falsas detenciones, secuestros:

  • "El hacer explotar unas cuantas bombas de explosivo plástico en puntos cuidadosamente escogidos, la detención de agentes cubanos y la liberación de documentos falsificados que justifiquen la participación cubana también sería provechoso para proyectar la idea de un gobierno irresponsable."
  • "Se puede tomar ventaja de la sensibilidad de la Fuerza Aérea Dominicana a intrusiones dentro de su espacio aéreo. Aviones de tipo C-46 o B-26 'cubanos' podrían realizar incursiones de quema de campos de caña por la noche. Pudiéndose encontrar bombas incendiarias del bloque soviético. Esto podría estar conectado con mensajes 'cubanos' al movimiento clandestino comunista en la República Dominicana y embarques 'cubanos' de armas que serían encontradas, o interceptadas en la playa. El uso de aviones tipo MIG pilotados por estadounidenses podría proporcionar provocación adicional."
  • "Los intentos de secuestro contra naves civiles aéreas y de superficie podrían aparentar ser medidas de hostigamiento propiciadas por el Gobierno de Cuba."

Entre los esquemas más elaborados estaba el "crear un incidente que demostrase de forma convincente que un avión cubano ha atacado y derribado un avión charter de pasajeros en ruta desde los Estados Unidos a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela. El lugar de destino sería elegido sólo para hacer que el plan de vuelo cruzara Cuba. Los pasajeros podrían ser un grupo de estudiantes universitarios de vacaciones o cualquier agrupación de personas con un interés común para necesitar fletar un vuelo no regular."

Lemnitzer y los Jefes Conjuntos idearon un complejo engaño: un avión en la Base Aérea Elgin sería pintado y numerado como un duplicado exacto de un avión con registro civil perteneciente a una organización perteneciente a la CIA en el área de Miami. Al tiempo designado el duplicado sería substituido por el avión civil real y sería abordado por los pasajeros seleccionados, todos registrados bajo alias cuidadosamente elegidos. El avión con registro civil real sería convertido en un drone [avión no tripulado remotamente controlado]. Los tiempos de despegue del drone y el avión real serían programados para permitir que se encontrasen al sur de Florida.

Desde punto de reunión el avión con pasajeros descendería a la altitud mínima e iría directamente en un campo de aterrizaje auxiliar en la Base Aérea Elgin donde se habrían hecho arreglos para evacuar a los pasajeros y devolver el avión a su estado original. El avión drone mientras tanto continuaría volando según el plan de vuelo original. Cuando estuviese sobre Cuba el drone transmitiría en la frecuencia de emergencia internacional un mensaje "May Day" que lo declarase estar bajo ataque de un avión MIG cubano. La transmisión sería interrumpida por la destrucción del avión, que sería provocada por señales de radio. Este "permitiría a las estaciones de radio de ICAO [Organización de Aviación Civil Internacional] en el Hemisferio Occidental decir a los Estados Unidos lo que le había pasado al avión, en vez que los Estados Unidos tuviesen que intentar "vender" el incidente.”

Finalmente, había un plan para "hacer parecer que MIGs cubanos comunistas habían destruido un avión de Fuerza Aérea de los EE.UU. sobre aguas internacionales en un ataque no provocado." Esto era una operación en particular creíble dada la década de derribos que acababa de pasar.

En la oración final de su carta al Secretario McNamara que recomienda las operaciones, Lemnitzer hizo un intento de obtener aun más poder, pidiendo que los Jefes Conjuntos fueran hechos responsable de realizar la Operación Northwoods y la invasión. "Es recomendado," escribió él, "que esta responsabilidad tanto de operaciones militares abiertas como de encubiertas sean adjudicado a los Jefes de Estado Mayor Conjuntos."

A las 2:30 de la tarde del martes 13 de marzo de 1962, Lemnitzer revisó detalles de última hora de la Operación Northwoods con su jefe de acciones encubiertas, el General de Brigada William H. Craig, y firmó el documento. Fue entonces a una “reunión especial" en la oficina de McNamara. Una hora más tarde se reunió con el representante militar de Kennedy, el General Maxwell Taylor. Lo que pasó durante aquellas reuniones es desconocido. Pero tres días más tarde, el presidente Kennedy dijo a Lemnitzer que no había prácticamente ninguna posibilidad que los Estados Unidos usaran alguna vez la fuerza militar abierta en Cuba.

Sin inmutarse, Lemnitzer y los Jefes persistieron, prácticamente al punto de exigir que se les diese la autoridad para invadir y tomar control de Cuba. Aproximadamente un mes después de hacer llegar la Operación Northwoods, se encontraron en "el tanque", como era llamada la sala de conferencias del JCS, y convinieron la redacción de un duro memorándum a McNamara. "Los Jefes de Estado Mayor Conjuntos creen que el problema cubano debe ser solucionado en el futuro próximo," escribieron. "En el futuro, no ven ninguna perspectiva de éxito temprano en el derrocamiento del régimen comunista presente a consecuencia de levantamiento interno o presiones políticas, económicas o psicológicas externas. En consecuencia ellos creen que se requerirá que la intervención militar por los Estados Unidos derroque el régimen comunista actual." Lemnitzer estaba prácticamente cegado en su odio al comunismo en general y a Castro en particular. "Los Jefes de Estado Mayor Conjuntos creen que los Estados Unidos pueden emprender la intervención militar en Cuba sin el riesgo de la guerra general," siguió. "Ellos también creen que la intervención puede ser llevada a cabo muy rápidamente para minimizar oportunidades comunistas de solicitar la acción de Naciones Unidas.” Sin embargo, lo que Lemnitzer sugería no liberaría a la población cubana, que en gran parte apoyaba a Castro, sino que la encarcelaría en un estado policiaco norteamericano controlado por los militares. "Las Fuerzas asegurarían el esencial rápido control militar de Cuba," escribió. "Una continua acción policial sería requerida."

En conclusión, Lemnitzer no ahorró palabras: "Los Jefes de Estado Mayor Conjuntos recomiendan que una política nacional de intervención militar temprana en Cuba sea adoptada por los Estados Unidos. Ellos también recomiendan que tal intervención sea emprendida cuanto antes y preferentemente antes de la disminución de fuerzas de la Guardia Nacional y la Reserva actualmente en servicio activo."

...

[Traducido por Mr. Shang]


En la próxima entrega del libro Body of Secrets continuaremos revisando los incidentes planeados para la Operación Northwoods.