El Gran Tablero de Ajedrez Ante Nuestros Ojos
No puedo despedir este año 2006 sin hacer un pequeño resumen de toda la ignominia que ha corrido bajo el puente en este mundo.
Para esto adjunto un artículo del Gobierno Chino sobre las violaciones a los derechos humanos en Estados Unidos durante el año 2005. Obviamente este estudio es una parte de la estrategia China para defenderse de las acusaciones del mismo Estados Unidos contra los derechos humanos en China. Simplemente un mano a mano... que nos sirve para "ver" lo que todos saben... que hay poderes geopolíticos en juego bajo las acciones e "inacciones" que están tomando los paises, especialmente Estados Unidos, China y Rusia, que están en el juego de convertirse en EL UNICO Y ULTIMO IMPERIO de la historia humana.
Quienes se alineen con cada cual serán parte del Gran Tablero de Ajedrez y sus gentes, todos ellos, sus peones de batalla.
Texto íntegro del registro de derechos humanos de EEUU en 2005
18.04.2006 Actualizado a las 14:35:26
BEIJING, 9 mar (Xinhuanet) -- A continuación presentamos el texto íntegro del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2005, publicado hoy en esta capital por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete de China:
Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2005
Por la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China.
En 2005, las violaciones cometidas por Estados Unidos en el terreno de los derechos humanos (DDHH) fueron evidentes, con escándalos públicos ocurridos repetidamente. Resulta bastante irónico que el 8 de marzo de este año, el Departamento de Estado del país norteamericano volviera a autoproclamarse "el juez mundial de los DDHH" y emitiera sus Informes por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos en 2005. Tal y como viene sucediendo en los últimos años, los informes acusan a más de 190 países y regiones (incluida China) de violar los derechos humanos, pero guardan un absoluto silencio sobre la situación existente en EEUU.
Para ayudar a la gente a darse cuanta de la finosomía auténtica de EEUU al esconderse tras la apariencia de "guardián de los DDHH" es necesario mostrar las violaciones de estos derechos cometidas en el mismo país en 2005.
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II. Sobre las violaciones de los DDHH cometidas por los órganos judiciales y policiales
En EEUU existen severas violaciones de los derechos a la libertad individual cometidas por los cuerpos policiales y judiciales.
La interceptación ilegal de conversaciones telefónicas y de comunicaciones a través de Internet, así como las detenciones ilegales acontecen de cuando en cuando en todo el territorio estadounidense. El escándalo de las escuchas ilegales, recientemente aireado por los medios de comunicación, ha logrado atraer la atención pública en EEUU. Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, el presidente estadounidense ha autorizado en repetidas ocasiones a la Agencia de Seguridad Nacional y a otros departamentos a grabar ciertas conversaciones telefónicas privadas. Gracias a esta autorización, la Agencia de Seguridad Nacional ha tenido vía libre para llevar a cabo una vigilancia telefónica y de correos electrónicos sobre 500 ciudadanos del país de forma simultánea. Según se ha informado, entre 2002 y 2004 se han producido al menos 287 casos en los que los agentes especiales del FBI han resultado sospechosos de espiar de forma secreta a ciudadanos. En uno de los casos, un agente del FBI llevó a cabo durante cinco años la vigilancia de un ciudadano estadounidense sin notificar sus acciones al Departamento de Justicia de EEUU. El 21 de diciembre de 2005, el Senado de EEUU tomó una decición de extender el periodo de aplicación de la Ley Patriótica, logrando de nuevo atraer la atención pública. La ley facilita a los agentes del FBI el seguimiento de llamadas telefónicas y correos electrónicos, así como el registro de viviendas y oficinas y la obtención de los registros financieros de aquellos señalados como sospechosos de cometer actos de terrorismo (Senate votes to extend Patriotic Act for 6 months, The Washington Post, 22 de diciembre de 2005.). Según un informe de la cadena norteamericana NBC, emitido el pasado 13 de diciembre de 2005, el Departamento de Defensa de EEUU ha venido recopilando de forma secreta la información acerca de los ciudadanos que han manifestado su oposición a la guerra en Irak y ha sometiendo a estrecha vigilancia a todas las reuniones pacifistas y de lucha contra la guerra. Según un informe del New York Times, en los últimos años, el FBI ha venido recopilando información relativa a un gran número de organizaciones no gubernamentales participantes en las manifestaciones contra la guerra en todo el país, a través de su red de vigilancia y de otros canales. El volumen de información recogida al respecto es sorprendente. Entre ésta se encuentran 2. 400 páginas relativas a la organización ecologista Greenpeace (The Fog of False Choices, The New York Times, Editorial, 20 de diciembre de 2005).
Ya en 2006, el 9 de enero, un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU puso de manifiesto el apoyo del organismo a las operaciones "antiterroristas", las aduanas estadounidenses tienen el derecho a abrir y comprobar las cartas personal que llega a ellas, asunto que ha provocado de nuevo protestas públicas (Washington, AP, 2 de enero de 2006). El 17 de enero de 2006, la Unión de Libertades Civiles de EEUU, centro de vigilancia de los derechos constitucionales con base en Nueva York, formuló por separado denuncias ante el tribunal regional de Michigan y el Tribunal Federal contra el presidente estadounidense y el director del FBI.
La brutalidad policial también forma parte de la vida cotidiana en EEUU. Según un informe emitido por Los Angeles Times el 14 de julio de 2005, un policía de Los Ángeles mató con su arma de fuego a la hija de 19 años de edad de un sospechoso durante su detención, hecho que generó las más enérgicas protestas. El 9 de octubre, cinco policías de Nueva Orleans redujeron a un profesor jubilado de 64 años en plena calle y posteriormente le propinaron una severa paliza (Nueva Orleans, AP, 9 de octubre de 2005.) El incidente sacudió de nuevo las conciencias de la opinión pública. El 26 de diciembre, un agente de la policía de Nueva Orleans realizó seis disparos a un ciudadano negro que portaba un cuchillo causándole la muerte. Habitualmente los casos de brutalidad policial no desembocan en una sentencia judicial. Según el informe publicado el 31 de marzo de 2005 por Los Angeles Times, sólo ocho de los más de 200 casos de actuación ilegal en los que se ha visto implicado el Departamento de Policía de Los Ángeles han concluido con una sentencia judicial, mientras que el resto ha sido archivados o ha seguido un curso ajeno a los tribunales.
Existen evidentes problemas relativos a la actuación de los órganos judiciales como muestra la alta frecuencia de violaciones de los DDHH. En 2005, los medios de comunicación norteamericanos destaparon varios casos de ciudadanos condenados injustamente. Tras pasar 24 años en prisión, Robert Clark Jr. fue puesto en libertad una vez que las pruebas de ADN demostraron su inocencia. El caso de Clark supone uno de los encarcelamientos más prolongados de entre los 164 casos en los que las pruebas de ADN han mostrado la inocencia de ciudadanos sentenciados con anterioridad (After 24 Years in Prison, Man Has a Reason to Smile, The New York Times, 8 de diciembre de 2005). En la noche del 21 de diciembre de 2005, el programa de CNN Larry King Live entrevistó a cuatro ciudadanos que habían logrado recuperar su libertad tras más de 10 años en prisión gracias a las pruebas de ADN. Según un estudio de Mark Geragos, famoso abogado criminal de Los Ángeles, aproximadamente el 20 por ciento de las condenas a prisión en EEUU se han basado en sentencias judiciales erróneas (Many Convicted Felons Have Been Proven Innocent by DNA Evidence, CNN Larry King Live, 21 de diciembre de 2005). Un informe emitido en octubre de 2005 por el Centro de Información sobre la Pena de Muerte de EEUU reconoce que en el actual sistema de aplicación de la pena capital los jurados no pueden cumplir sus funciones por lo que la justa resolución de los juicios se ve severamente comprometida ( Washington, AFP, 18 de octubre de 2005).
EEUU se autoproclama "paraíso de la libertad", sin embargo, tanto el número total como la proporción de personas encarceladas se sitúan en el primer puesto a escala mundial. Según los datos facilitados por la oficina de estadísticas del Departamento de Justicia de EEUU, publicados el 23 de octubre de 2005, cerca de 2, 27 millones de personas se encontraban recluidas en las prisiones del país a finales de 2004, lo que significa que 724 de cada 100. 000 personas cumplen condenas de privación de libertad, cifra que incrementa en un 18 por ciento la registrada hace diez años y supera en un 25 por ciento los porcentajes de otros países (Study Notes Upswing in Arrests of Women, The Washington Post, 24 de octubre de 2005). Según una investigación realizada por The New York Times, el número de personas condenadas a cadena perpetua se ha duplicado en EEUU en los últimos diez años (Packing Prisons, Squandering Lives, The Baltimore Sun, 21 de octubre de 2005). Entre 2003 y 2004, el número de reos creció en el país a un ritmo semanal de 900. En la primera mitad de 2004, el número de nuevos presos en las celdas de 50 estados creció un 2,3 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior (Washington, EFE, 24 de abril de 2005).
La masificación de las prisiones conlleva el empeoramiento de las condiciones de sus inquilinos. A finales de 2004, en las prisiones de 24 estados se encontraban recluidos más presos de los que éstas podían albergar y el número de presos encarcelados en el sistema federal de prisiones se situaba en un 40 por ciento por encima de su capacidad (The Nation's Prison Population Continues its Slow Growth, publicado por el Departamento de justicia de EEUU el 23 de octubre de 2005. www.ojp.usdoj.gov/bjs). Debido a los recortes realizados por el gobierno en los presupuestos destinados a prisiones, las cárceles de algunos estados han reducido los fondos asignados para la atención médica de los condenados. Como consecuencia, muchos presos han resultado infectados con tuberculosis y hepatitis. En abril de 2005, un reo de 44 años de edad falleció en la prisión de Nueva York por no haber recibido a tiempo el tratamiento médico necesario (La Habana, PL, 30 de abril de 2005). En los últimos años, cientos de presos han sufrido daños físicos debidos a malos tratos, sólo en Nueva York. En la prisión de Rikers Island de Nueva York, un reo perdió la visión en uno de sus ojos tras ser golpeado por un vigilante, mientras que las agresiones por parte de miembros de la policía causaron la rotura del tímpano de un preso y la fractura de un pómulo a otro (In City Jails, a Question of Force, The New York Times, 30 de octubre de 2005). En la ciudad de Phoenix se encuentra una de las cárceles más polémicas de EEUU, llamada Ciudad de Carpas, donde los reos no sólo viven al aire libre, sino que son obligados a participar diferentes programas de trabajo, pudiendo tener sólo dos comidas diarias, sin posibilidad de disfrutar de ningún tipo de entretenimiento (El Universal de México, 26 de agosto de 2005). En agosto de 2005, un estudiante de Qatar, detenido durante dos años sin sentencia judicial, describió las condiciones de vida en la prisión: ausencia de garantías para las necesidades vitales mínimas, confinamientos prolongados en celdas de escaso tamaño durante periodos de hasta 60 días, y utilización de esposas y cadenas dentro de las celdas, incluso durante el aseo personal (Human Rights Watch: Cruel Confinement of 'Enemy Combatant' in United States.). Durante el azote del huracán Katrina, los responsables de una prisión en Nueva Orleans abandonaron a 600 prisioneros a su suerte, literalmente con el agua al cuello, sin electricidad, alimento ni agua potable durante cuatro días completos.
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III. Sobre los derechos políticos y la libertad
EEUU siempre se ha vanagloriado de ser el "modelo de democracia " y han pregonado su sistema democrático al resto del mundo. Sin embargo, la "democracia" de EEEUU pertenece sólo a los ricos y es su propio "juego".
Las elecciones democráticas en EEUU son, en gran medida, una cuestión económica. El multimillonario alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, gastó 77,89 millones de dólares USA de su propia fortuna para conseguir su reelección en las pasadas elecciones de noviembre de 2005. La cifra implica que cada voto obtenido tuvo un coste de más de 100 dólares. La campaña electoral ha sido considerada por Associated Press (AP) como la más costosa de entre los comicios locales de toda la historia. En las elecciones de gobernador de Nueva Jersey, la suma de los gastos de los dos ricos candidatos ascendió a 75 millones de dólares (For Bloomberg, It's Good Be a Billionaire, The Washington Post, 6 de diciembre de 2005). El ganador, Jon S. Corzine, gastó un total de 100 millones de dólares en cinco años para su elección: 60 millones para lograr un puesto en el Senado y 40 millones para la campaña electoral de gobernador. Según una investigación, cada senador de Washington debe gastar unos 20 millones de dólares para mantener su escaño. The Washington Post criticó en un editorial el sistema político del país, que convierte la elección de un cargo público en la "compra de una chuchería" (Lessons of 2005, The Washington Post, 10 de noviembre de 2005).
Las decisiones del Congreso y gobierno estadounidenses están profundamente influenciadas por el dinero. En EEUU, diversas compañías y grupos de fuerza contratan a compañías de relaciones públicas y de asesoramiento para que éstas cabildeen a los órganos legislativo y ejecutivo, mediante el uso de sobornos, a fin de influir en sus decisiones y conseguir contratos del gobierno. El 4 de enero de 2006, los principales medios de comunicación estadounidenses dedicaron numerosas páginas a los informes sobre el "super cabildero", Jack Abramoff, quien admitió sus tres mayores delitos, entre los que se encuentra el uso de sobornos para conseguir decisiones favorables a sus clientes. Los medios de comunicación también informaron de que Abramoff cooperaría con el procurador en la investigación de los miembros del congreso sospechosos de corrupción, lo que reveló el mayor escándalo relativo a la vinculación entre el poder y el dinero en la escena política norteamericana en las últimas décadas. De acuerdo con la información publicada por los medios, 20 congresistas y sus asistentes estarían implicados en el gigantesco escándalo. Sin embargo, las actividades de Abramoff no son más que la punta del iceberg.
Según los diarios The Washington Post y The Observer (Reino Unido), el cabildeo se ha convertido en un negocio con enormes beneficios en Washington (The Road tu Riches Is Called K Street, The Washington Post, 22 de junio de 2005; The observer, 8 de enero de 2006). En la actualidad, el número de cabilderos registrados es de 35.000, lo que supone que existen 60 por cada funcionario federal electo de EEUU. Los cabilderos manejan cada año más de 2. 000 millones de dólares. La céntrica calle K de Washington, donde se ubican muchas de las compañías de cabildeo, ha sido denominada como "el camino hacia la riqueza" o "el cuarto poder" (después del presidente, el congreso y el tribunal). Entre 1998 y 2004, los cabilderos gastaron 13.000 millones de dólares en la promoción del cumplimiento de los deseos de sus clientes. En 2004, se gastaron 2. 100 millones de dólares en cabildear al gobierno federal y al Congreso de Estados Unidos, a los que hay que sumar los 3.000 millones empleados en la campaña de las elecciones del presidente y de los congresistas. El diario USA Today ha revelado que, desde el año 2000, han sido financiados por vías aún no esclarecidas 5. 410 viajes de congresistas, quienes han gastado 16 millones de dólares en los viajes financiados por el sector privado (Travel by Congress Often Paid Privately, USA Today, 26 de abril de 2005). Es bastante evidente el negocio entre el poder y el dinero,habida cuenta el gran número de cabilderos que se transforman en políticos y viceverda. Según informaron los medios de comunicación, 2.200 empleados del gobierno estadounidense han dado el salto a la calle K desde 1998, entre los que se incluyen 273 ex trabajadores de la Casa Blanca y 250 ex congresistas o ex directores de departamentos gubernamentales.
El 24 de octubre de 2005, unn encuesta nacional de opinión pública realizada por U.S. News and World Report reveló que el 73 por ciento de los ciudadanos norteamericanos consideran que sus líderes se encuentran muy alejados del ciudadano medio, el 64 por ciento opina que sus líderes han sido corrompidos por el poder, mientras que el 62 por ciento cree que sus dirigentes persiguen principalmente el enriquecimiento personal (New Survey Finds That the Wast Majority of Americans Believe Their Leaders Are out of Touch with the Average Person, U.S. News & World Report, Washington D.C., 24 de diciembre de 2005). Una encuesta conjunta lanzada por USA Today y la CNN muestra que la aprobación por parte de los ciudadanos del trabajo del Congreso, de mayoría republicana, ha caído al 29 por ciento, el nivel más bajo desde 1994 (Bush's Approval Rating Drops to 39%, Lowest of Presidency, USA Today, 18 de octubre de 2005), mientras que el 49 por ciento de los encuestados opina que "la mayoría de los congresistas son corruptos" (Corruption... Very Extensive", USA Today, 4 de enero de 2006). El antiguo fiscal general de EEUU, Clark, manifestó: "Es una ofensa a la democracia decir que EEUU es una democracia" (La Tercera de Chile, 11 de diciembre de 2005).
EEUU presume de su libertad de prensa, pero los escándalos relativos al bloqueo de información y la manipulación realizada por las autoridades estadounidenses son puestos de manifiesto repetidamente. Un artículo de The New York Times del 13 de marzo de 2005 afirma que EEUU se encuentra en la era de las "noticias planificadas". Mientras el gobierno estadounidense transmite su información al exterior, entrega informaciones falsas a los medios de comunicación para que las publiquen. En los últimos cuatro años, al menos 20 organizaciones federales, entre las que se incluyen el Pentágono y la Oficina del Censo, han fabricado cientos de noticias para la televisión.
Las fuerzas armadas estadounidenses pagan a los periódicos iraquíes y a sus periodistas para la denominada "guerra de la prensa". El diario Los Angeles Times informó el 30 de noviembre de 2005 que las tropas norteamericanas compraban artículos pro- estadounidenses para posteriormente entregarlos a una empresa de Washington que los traducía al árabe para ser insertados en los diarios de Bagdad. El informe señala que el ejército estadounidense adquirió un diario iraquí y tomó el control de una estación de radiodifusión "para emitir mensajes pro- norteamericanos a la opinión pública iraquí". Otros informes dicen que oficiales del ejército de EEUU crearon una institución denominada "Club de Prensa de Bagdad" que entrega a sus miembros hasta 200 dólares al mes para que éstos redacten noticias favorables a sus operaciones militares. The Washington Post denominó a estas actividades contra la libertad de prensa " propaganda meticulosamente planificada" (Planted Propaganda, The Washington Post, 2 de diciembre de 2005).
La comunidad internacional ha condenado la censura aplicada por el gobierno estadounidense a distintos medios de comunicación. El 22 de enero de 2005, el diario británico Daily Mirror, citando un memorándum de Downing Street, reveló que el gobierno estadounidense planeaba bombardear la cadena de televisión Al- Jazeera durante la guerra contra Irak para bloquear la emisión de información sobre la situación real de los combates y erradicar su negativa influencia sobre EEUU (Londres, AFP, Londres, 22 de noviembrede 2005). Esta información provocó enérgicas protestas de todos los miembros de Al-Jazeera, repartidos por más de 30 países, y la severa crítica de la Federación Internacional de Periodistas. El 27 de noviembre el diario británico The Observer informó de que las estaciones de Al-Jazeera en Bagdad y Kabul habían sido bombardeadas por las tropas estadounidenses y que sus periodistas habían sido arrestados, amenazados, vejados y hostigados por el ejército norteamericano durante la guerra en Irak.
De hecho, la desnuda intrusión en la libertad de prensa de EEUU sucede en repetidas ocasiones. El 8 de abril de 2003, el camarógrafo de la cadena televisiva española Telecinco, José Couso, murió como consecuencia de los disparos de soldados estadounidenses. Tras la muerte de Couso, los tribunales españoles solicitaron a la policía española y a la Interpol la detención y extradición inmediata de tres soldados estadounidenses sospechosos. El 28 de agosto, el ejército norteamericano disparó a los reporteros de Reuters causando la muerte de un técnico de sonido que recibió cinco impactos de bala, uno en la cara y cuatro en el pecho. Dos periodistas iraquíes que presenciaron el tiroteo fueron también detenidos y forzados a permanecer inmóbiles al sol abrasador. Según el Comité para la Protección de los Periodistas, EEUU mantiene presos a cuatro periodistas iraquíes en Irak y a un periodista de Al-Jazeera en la base naval de Guantánamo, sin que se hayan presentado cargos contra ninguno de ellos (U.S. Ranks Sixth among Journalists, Report Says, The New York Times, 14 de diciembre de 2005). En julio de 2005, la periodista de The New York Times, Judith Miller, fue sentenciada a prisión por negarse a facilitar sus fuentes de información. Reporteros Sin Fronteras manifestó el día de la sentencia: "se trata de un día oscuro para la libertad de la prensa de EEUU y del resto del mundo" ( Washingtong, AP, 6 de julio de 2005). Durante el huracán Katrina, el fotógrafo del diario canadiense Toronto Star Daily fue reducido por la policía de Nueva Orleans. Los agentes le retiraron sus cámaras y tomaron las tarjetas de memoria. Cuando el fotógrafo demandó la devolución de las fotografías los agentes lo insultaron y amenazaron con agredirle. Un periodista de un medio local de Nueva Orleans fue también atacado por la policía mientras registraba el enfrentamiento entre la policía y los ciudadanos locales. Las herramientas de trabajo del periodista fueron destruidas por la policía (BBC, 7 de septiembre de 2005).
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VII. Sobre las violaciones de los DDHH en otros países
El gobierno estadounidense realiza una política unilateral en la escena internacional, ignorando las normas reconocidas universalmente y violando de forma flagrante la soberanía y los derechos humanos de otros países.
El gobierno estadounidense comete habitualmente amenazas injustificables en sus invasiones y ataques militares. El diario USA Today citó el 13 de diciembre de 2005 el estudio realizado en 2004 por la publicación médica The Lancet en el que se afirma que unos 100.000 iraquíes, en su mayoría mujeres y niños, habrían perdido la vida en la guerra iniciada en 2003 por EEUU en el Golfo Pérsico.
En 2005, se registró también un gran número de operaciones militares contra objetivos civiles por parte del ejército estadounidense fuera del país, las cuales causaron un gran número de muertos y heridos. El 4 de julio de 2005, las fuerzas militares de EEUU asesinaron a 17 civiles, entre ellos mujeres y niños, en sus ataques aéreos en la provincia afgana de Konarha. El 12 de agosto, un vehículo blindado estadounidense disparó a los ciudadanos que salían de una mezquita en los suburbios de la ciudad iraquí de Ramadi, segando la vida de 15 iraquíes, entre ellos nueve niños, y provocando heridas a otros 17. El 30 de agosto, los aviones de combate norteamericanos lanzaron una serie de ráfagas aéreas contra un área cercana a la ciudad fronteriza iraquí de Qaim, causando al menos 56 muertos, entre los que se contaban numerosos ancianos y niños. El 21 de noviembre, las tropas estadounidenses dispararon a un vehículo civil en el norte de Bagdad, acabando con la vida de una familia de cinco miembros, tres de ellos menores. El 14 de enero de 2006, las fuerzas aéreas de Estados Unidos atacaron una ciudad pakistaní fronteriza con Afganistán, asesinando al menos a 18 civiles, incursión que provocó numerosas manifestaciones antiestadounidenses en Pakistán.
En 2005, volvieron a ser publicadas noticias e imágenes de abusos perpetrados por los militares estadounidenses contra prisioneros, continuando el escándalo destapado en 2004 que impactó a todo el planeta. Para lograr obtener información, las tropas de EEUU desplazadas a Irak han empleado diversos tipos de tortura en sus interrogatorios, agrediendo sistemáticamente a los iraquíes detenidos. Entre los medios utilizados se encuentra la privación del sueño de los detenidos, su inmovilización contra la pared, las agresiones con bates de béisbol, la negación del acceso a agua y comida, la emisión de música a volúmenes extremos en lugares completamente oscuros durante varios días, los ataques con perros por mera diversión e incluso la introducción de los detenidos en jaulas con leones (informes de Washington Post, The New York Times, Washington Weekly y otros medios de comunicación).
Según el informe de septiembre de 2005 realizado por Human Rights Watch, los soldados consideran los abusos perpetrados a los detenidos como meros "juegos" y "formas de aliviar la tensión". Debido a las insoportables agresiones, muchos detenidos llegaron a autolesionarse, iniciaron huelgas de hambre y se amotinaron. Según el informe emitido por la Comandancia Sur de las fuerzas armadas estadounidenses, en 2003 se produjeron 350 casos de autolesiones por parte de los detenidos en la prisión norteamericana de Guantánamo, con 23 intentos de suicidio en una sola semana. En agosto de 2005, 131 presos de Guantánamo iniciaron una huelga de hambre masiva para protestar contra el tratamiento inhumano recibido. En abril del mismo año, se produjo un intento de amotinamiento en Camp Bucca, prisión estadounidense al sur de Irak, debido a la negativa por parte de las fuerzas encargadas de la custodia de los detenidos a proporcionar atención médica a un prisionero enfermo (The Sunday Times, 30 de diciembre de 2005). Estados Unidos ha rechazado una y otra vez la solicitud de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de visitar Guantánamo para investigar los incidentes relacionados con los maltratamientos a prisioneros. Tras acceder a la petición debido a la presión internacional, el gobierno estadounidense estableció que la delegación de dicha comisión de las Naciones Unidas no pudiera realizar ningún tipo de contacto con los detenidos, lo que provocó de nuevo la condena internacional.
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos ha realizado detenciones indiscriminadas a escala mundial bajo el parapeto de la lucha contra el terrorismo. Según la información publicada por AP el 16 de noviembre de 2005, desde que se inició en 2001 la guerra contra el terrorismo, Estados Unidos ha detenido a más de 83.000 ciudadanos foráneos, 82.400 de ellos bajo custodia de las fuerzas armadas desplazadas en Afganistán e Irak, mientras que 700 fueron enviados a Guantánamo. En los últimos cuatro años, EEUU no ha presentado ninguna acusación contra ellos ni los ha interrogado. hasta marzo de 2005, 108 personas habían muerto bajo custodia. En la actualidad aún existen 14.500 extranjeros en manos de Estados Unidos.
En 2005 la opinión pública conoció el escándalo de las prisiones clandestinas establecidas en el extranjero por el gobierno estadounidense, causante de gran conmoción a escala mundial. El caso fue revelado por The New York Times el 3 de noviembre de 2005, quien en su artículo "Secrecy and Shame" mostró la red de prisiones secretas en el extranjero utilizadas por la CIA. Según informó The Washington Post el 2 de noviembre de 2005, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, la CIA estableció en Tailandia, Afganistán, Guantánamo y algunos países del este de Europa prisiones clandestinas, conocidas exclusivamente por un puñado de oficiales de la Casa Blanca, el Departamento de Justicia y el Congreso, en las cuales se detuvo a unas 100 personas sospechosas de terrorismo. Los prisioneros de los "agujeros negros ", retenidos en celdas bajo tierra en la más absoluta oscuridad, no han podido disfrutar de derechos legales y nadie ajeno a la CIA ha logrado hablar con ellos o verlos. Incluso a los profesionales del Comité Internacional de la Cruz Roja se les ha negado cualquier tipo de contacto con los detenidos (CIA Holds Terror Suspects in Secret Prison, The Washingtong Post, 2 de noviembre de 2005).
Diversos tipos de tortura han sido empleados por la CIA para obtener información de los detenidos, entre ellos agarrar la parte delantera de camisa de prisioneros sacudiéndoles violentamente, pegarles bofetadas, y darles golpes en el vientre. Los prisioneros han sido obligados a permanecer en pie, esposados y engrillados por los pies, durante más de 40 horas, así como a permanecer desnudos en una celda a unos 10 grados centígrados mientras se les arrojaba constantemente agua fría. Las torturas también han incluido amarrar a los prisioneros en una tabla, con el rostro cubierto por papel o plástico, mientras se les arrojaba agua (The Independent, de Reino Unido, 4 de diciembre de 2005).
En noviembre de 2002, un oficial de la CIA ordenó a los vigilante de la prisión afgana de Salt Pit que desnudaran a un detenido y lo encadenaran al suelo de cemento para obligarlo a pasar la noche al raso. El detenido murió de frío (The Washington Post, 2 de noviembre de 2005).
La CIA transfiere con frecuencia a sospechosos de terrorismo a terceros países para torturarlos e interrogarlos mediante aviones secretos. Los medios de comunicación británicos, alemanes y franceses han informado de que los vuelos de la CIA en los que viajaban sospechosos de terrorismo aterrizaron en un aeropuerto militar británico al menos 210 veces y cruzaron el espacio aéreo de Alemania o aterrizaron en aeropuertos germanos al menos 473 veces. El avión de la CIA que despegó y aterrizó cerca de París hizo lo mismo en la base naval de Guantánamo seis veces.
El gobierno estadounidense viola las normas reconocidas internacionalmente e infringe burdamente los derechos humanos, provocando fuertes condenas internacionales. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louis Arbour, criticó fuertemente en rueda de prensa a Estados Unidos por la violación de los derechos humanos mediante el establecimiento de prisiones clandestinas y el desplazamiento de sospechosos de terrorismo sin cumplir con los requisitos legales, con la excusa de la lucha antiterrorista, señalando que dichos actos debilitan los esfuerzos mundiales por prohibir la tortura. El 20 de diciembre de 2005, la Unión Europea, a través del tribunal local italiano de Milán, decretó órdenes de arresto contra 22 agentes de la CIA sospechosos de realizar secuestros en Italia. El ex presidente estadounidense Jimmy Carter manifestó que los casos de torturas a prisioneros cometidas por los militares norteamericanos en Irak, Afganistán y Guantánamo resultan "vergonzosos" y violan los compromisos básicos de Estados Unidos con la paz, la igualdad social, las libertades civiles y los derechos humanos.
De los datos mencionados con anterioridad se puede inferir que el registro negativo de Estados Unidos en materia de derechos humanos no sólo contrasta fuertemente con su autoreclamado mito de "superpotencia en derechos humanos", sino que también se encuentra en profundo desacuerdo con su desarrollo social y económico, así como con su posición en la escena internacional. El gobierno estadounidense debe en primer lugar limpiar su propio registro de violaciones de los derechos humanos. Se encuentra lejos de estar cualificado para apuntar el dedo acusador hacia otros países, dictando arrogantemente lo que estos deben hacer.
El respecto y la defensa de los derechos humanos es una necesidad y un hito importante en el desarrollo de la civilización humana. La promoción de los derechos humanos es obligación compartida de todos los países y un asunto que requiere la máxima cooperación internacional. No existe ningún país en el mundo que pueda presumir de una perfecta defensa de los derechos humanos, de igual modo que ninguno puede permanecer al margen del curso seguido por los derechos humanos. La cuestión debe convertirse en materia de desarrollo social para todos los países y fuente de cooperación internacional, en lugar de ser empleado como eslogan para la exportación de ideología o incluso como arma diplomática para conseguir el sufrimiento de terceros a través de la persecución de fines políticos propios.
Durante años el gobierno estadounidense ha ignorado y encubierto deliberadamente las graves violaciones de los derechos humanos en su propio país por miedo a desatar críticas, sin embargo, elabora informes cada año, realizando acusaciones sin garantías contra terceros países por estas mismas cuestiones, hecho que muestra claramente su naturaleza hipócrita, como indica su doble rasero en cuanto a los derechos humanos, que ha suscitado la lógica resistencia y oposición por parte de diversos países. Urgimos al gobierno estadounidense a que revise en profundidad sus propios problemas en la defensa de los derechos humanos, haga públicas sus actuaciones en este campo, tome medidas concretas para mejorar su situación interna, corrija su continua creación de antagonismos internacionales mediante el arma de los derechos humanos y comience de cero a realizar algo más en beneficio de la cooperación internacional en esta materia y del desarrollo saludable de la causa internacional de los derechos humanos.